"EL MEJOR REGALO DE CUMPLEAÑOS", artículo publicado en Diario de Pontevedra el 4 de febrero de 2018


Este pasado martes día 30 de enero, Su Majestad el Rey Don Felipe VI cumplía 50 años. Ante todo, ¡felicidades Señor!


Don Felipe llegaba al mundo el 30 de enero de 1968 en la clínica Nuestra Señora de Loreto en Madrid, fruto del matrimonio entre Don Juan Carlos de Borbón y Doña Sofía de Grecia aún Príncipes; y siendo el más pequeño de los tres hijos, al ser varón y prevalecer esta condición en la Sucesión al Trono en nuestro país, se atisbaba ya como el siguiente sucesor a la Corona de España, por delante de sus dos hermanas.

Bajo los nombres de Felipe Juan Pablo Alfonso de Todos los Santos recibió las aguas bautismales del río Jordán (tradición de nuestra Familia Real) en el Palacio de la Zarzuela el 8 de febrero de ese mismo año, siendo padrinos su abuelo el Conde de Barcelona Juan de Borbón y la reina viuda de Alfonso XIII, Victoria Eugenia, que regresaba por primera vez a España desde su exilio el 14 de abril de 1931.

Diez lustros después de su llegada al mundo este pasado martes, el Rey mejor formado en la Historia de España, de el que se esperaba lo mejor, y desde luego no está defraudando a nadie demostrando estar a la altura de las circunstancias en los tiempos convulsos que, desde su proclamación le están tocando vivir, volvía a dar una lección de “majestad” en la entrega del Toisón de Oro a su hija, Doña Leonor. Les cuento.


Todos los 50 cumpleaños de las personas que conozco, y de cuyas celebraciones he participado son muy especiales; por lo que me imagino que, en el caso de Su Majestad del Rey Don Felipe VI, habrá sido igual de insigne, e igual de mágico.

Hacer un regalo en un 50 cumpleaños no es nada fácil, porque la celebración de más de la mitad de la vida de una persona tampoco es una efeméride corriente.

Soy muy curiosa, ustedes lo saben, aun así, no pretendo inmiscuirme en los regalos que pudiese habido recibir Don Felipe; pero soy consciente, tras la entrega del Toisón de Oro a su hija y heredera al trono, la Princesa de Asturias, Doña Leonor de Borbón y Ortiz, sin duda alguna esa ceremonia habrá sido su mejor regalo de cumpleaños, y por varias razones.


En primer lugar, porque habiendo sido concedido el Toisón a la Princesa de Asturias el 31 de octubre de 2015, (con sólo 10 años, a diferencia de su padre que lo recibió con 13), es especialmente llamativa la fecha elegida para su entrega por parte de Su Majestad el Rey Don Felipe.

En segundo lugar, porque el collar que portará cuando el protocolo lo exija, era el que hasta su muerte el 1 de abril de 1993, portaba su bisabuelo el Conde de Barcelona Don Juan de Borbón y Battenberg, tercer hijo de Alfonso XIII. Y he aquí casualidades del destino, igual que su padre Su Majestad el Rey Don Felipe VI en el matrimonio de Don Juan Carlos y Doña Sofía.

En tercer lugar, porque el Toisón de Oro es la máxima condecoración que otorga el Jefe del Estado Español como Gran Maestre de esa insigne orden de caballería fundada en 1429 por el duque de Borgoña y conde de Flandes, Felipe III. Hoy día continúa siendo una de las órdenes de caballería más prestigiosas y antiguas de Europa. Su símbolo, un carnero, se debe a la importancia de la industria lanar de época en la ciudad de Brujas, junto con una especial referencia l leyenda de Jasón en la nave Argo, y el vellocino de oro; enlazando al tiempo la nueva vocación marinera de Borgoña gracias a sus puertos en los Países Bajos. Este es su por qué y su historia.

 

El collar es numerado, debería de haber sólo 60, aunque hay más de 1200…, quizá alguno que otro se habrá extraviado a lo largo de los siglos. Aunque la cuestión más trascendente es que para concederse debe haber uno vacante, con lo que nunca se ampliarán esos 60 estipulados. Actualmente son 18 las personas que poseen esta distinción. Don Juan Carlos entregó un total de 24 collares de la Orden del Toisón, de los cuales9 ya han sido devueltos, ya que es personal e intransferible. Yo aún recuerdo la imagen en Zarzuela cuando Adolfo Suárez Illana devuelve el Toisón de su padre Don Adolfo Suarez, tras su fallecimiento.


 

En cuarto lugar, porque sólo tres mujeres además de ella do ostentan, y todas ellas siendo reinas. La otrora Reina Beatriz de Holanda, la Reina Margarita de Dinamarca, y la Reina de Isabel II del Reino Unido.
 
 
 
Pero aún hay algo mucho más importante si cabe, en el acto de entrega del Toisón de Oro a Doña Leonor, un antes y un después de ese momento protagonizado por un gesto que, quizá habrá pasado inadvertido para la mayoría. Para mí no, porque la genuflexión que públicamente hizo a su padre el Rey, a su madre y sus abuelos, fue la manera simbólica de dar ese primer paso en el nada fácil camino para ser Reina.
 
 

Ha sido esta la presentación de Doña Leonor a la sociedad como heredera, es el inicio de su vida pública para ir adquiriendo el conocimiento de las tradiciones, los deberes y las responsabilidades que comprende el poder llegar a ser una “testa coronada”, esa dura responsabilidad que le confiere la Constitución y la Historia; y en mi opinión (y humildemente confieso que con algo de conocimiento), creo que este, sin duda, habrá sido para Su Majestad el Rey, el mejor regalo de cumpleaños.

 

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