LA SELECCIÓN NACIONAL, artículo publicado en Diario de Pontevedra el 6 de noviembre de 2016
Hay dos cuestiones sobre las que todo el mundo discute aunque no tenga ni idea, el fútbol y la política.
Cada vez que se atisba una nueva convocatoria de la selección futbolística con la elección de los mejores y más adecuados para el salto al césped, se monta la mundial; se hacen correr ríos de tinta, litros de saliva y horas de comentarios especulativos.
Pues he de confesar, que hasta casi las siete de la tarde del pasado jueves día 3 de noviembre pasaba lo mismo. Pero en el otro de los dos ámbitos citados. La política.
Esta vez el seleccionador no comparecía ante los medios, pero daba a conocer el 13 inicial que saltaría al terreno de juego desde el mismo minuto cero del comienzo de la contienda.
Fue imprevisible en su previsibilidad, porque Rajoy es así; y estableciendo una estrategia equilibrada de gobierno, dio los nombres (algunos ya eran sabidos, otros no) del equipo que actuará como máximos responsables en las distintas áreas ministeriales que componen este recién nombrado Gobierno de España.
Repiten 7 ministros (el núcleo duro), se presentan 6 caras nuevas; y de esos 13 miembros, 5 son mujeres.
No seré yo la que hable de cuotas, pero a veces se tira más del género masculino que del femenino, en donde hay muchas y muy valiosas “miembras”.
No obstante, hay que reconocer que para las más altas responsabilidades, tanto en el poder Ejecutivo como en el Legislativo, Rajoy ha apostado por mujeres.
Para la Presidencia del Congreso de los Diputados apostó por Ana Pastor; para la Vicepresidencia del Gobierno de España y el Ministerio de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales, por Soraya Sáez de Santamaría; pero es que además en otra área de Estado como el Ministerio de Defensa del Gobierno de España, situó a María Dolores de Cospedal.
El Gabinete se completa con otras caras nuevas como las de Alfonso Dastis en la cartera de Exteriores; Juan Ignacio Zoido en Interior; Iñigo de la Serna en Fomento; Alvaro Nadal en Energía, Turismo y Agenda Digital y Dolors Montserrat en Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; y cierran la composición del Gobierno, caras ya conocidas como las de Rafael Catalá en Justicia; Cristobal Montoro en Hacienda y Función Pública; Iñigo Méndez de Vigo en Educación y Cultura, además de ostentar la Portavocía del Gobierno; Fátima Báñez en Empleo y Seguridad Social; Isabel García Tejerina en Agricultura, Alimentación y Medioambiente, y Luis de Guindos en Economía, Industria y Competitividad.
Desvelado el secreto mejor guardado por el seleccionador, como si del vestido de una novia se tratase, apenas sin filtración alguna, comenzó la contienda. Y así comenzaron a correr ríos de tinta, litros de saliva, millones de mensajes a través de las redes sociales y horas y horas de comentarios de todo tipo.
Pues yo no voy a ser menos, y ¿qué quieren que les diga?, pues que esa selección de estos titulares de ministerio me parece muy acertada, y que no me cabe la menor duda, que ha sido confeccionada sobre una estrategia definida en la que encuadran, mucho mejor de los que nos podemos imaginar en este mismo momento, todas esas piezas en su correspondiente papel de delanteros, centros y defensas, laterales, mediapuntas y mediocentros y porteros. En una elección de personas formadas y con experiencia en la gestión pública y parlamentaria, con amplia representación territorial, gran capacidad de diálogo y negociación, y la misma lealtad al Presidente; que en los tiempos que corren eso si que es todo un lujo.
Esta selección nacional, creo sinceramente que para España es una muy buena noticia.
Pero como nunca llueve a gusto de todos, (también sería triste que así fuera) desde las distintas fuerzas con representación parlamentaria, medios de comunicación, redes sociales y sectores varios, ha habido opiniones para todos los gustos; aunque con un mismo denominador común, la muerte y resurrección del G-8 (el denominado por algunos como grupo de ministros veteranos y amigos personales de Mariano Rajoy), y la distribución de poder entre la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y la ministra de Defensa y secretaria general del PP, Dolores de Cospedal.
A mí esta presunta disputa, hasta me parece de comentario con tinte machista.Porque, aunque la vicepresidenta mantiene más poder a la espera de los cambios que haga Rajoy dentro del Partido Popular, el Ministerio de Defensa, y tal y como está el patio en el mundo, me merece el calificativo de piedra angular, y o mucho me equivoco o el CNI, volverá a donde siempre tuvo que estar, en Defensa.
Y además, en caso de que la hubiere, yo soy de esas personas que piensan que en donde existe una desencuentro, siempre va a ser para mejor. A fin de cuentas, también es un punto de encuentro.
Presidente Rajoy, como seleccionador de este equipo no puedo sino felicitarle, aunque auguro una contienda no exenta de complicaciones.
Le deseo lo mejor para usted y su gabinete, porque dure lo que dure el partido que disputen, el trofeo será de y para todos los españoles, por ende, para España, y no me cabe la menor duda, que lo vamos a ganar con esta acertada selección nacional.
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