CARA DEMOCRACIA , artículo publicado en Diario de Pontevedra el 1 de mayo de 2016
¿Éramos conscientes la mayoría de los españoles del coste de unas nuevas elecciones?.
Sinceramente creo que no, aunque la verdad si tengo que volver a pagar 3,56 euros para decidir en democracia y libertad, no me va a doler prenda .
Sin embargo, aunque no bien explicado, es este un tema candente en esta precampaña; precampaña que ya llevamos viviendo desde hace un tiempo, por no decir desde la investidura fallida de Pedro Sánchez, a sabiendas que nunca llegaría a Presidente del Gobierno de España.
Este próximo martes 2 de mayo se producirá la disolución de las Cortes, y un día después, se hará la convocatoria oficial de las nuevas elecciones según lo establecido por la Constitución Española.
El artículo 186 de la Ley Electoral prevé que, del 18 al 23 de mayo se presenten las candidaturas; y el reloj comenzará a correr el primer minuto del viernes 10 de junio. Las nuevas elecciones generales se celebrarán el domingo 26 , y los nuevos Congreso y Senado deberían estar conformados el 20 de julio. Le digo estas fechas, para que se hagan una idea.
Ante este panorama insólito en nuestra reciente democracia, muchas son las cuestiones que se nos plantean a los españoles de a pié, y como el primer español, Su Majestad el Rey, no ha querido permanecer impasible ante tal circunstancia tras la ronda de consultas esta semana con los líderes de las distintas fuerzas con representación parlamentaria.
No sé si lo habrá hecho a motu propio o como algunos medios anunciaron, fruto del guante lanzado por el representante de Foro Asturias, Isidro Oblanca, pero lo que sí es cierto se ha alzado solicitando que la campaña sea austera y no agobie a los ciudadanos.
Porque nos han costado y nos van a costar mucho al país entero estos meses de desidia por parte de algunos; sin olvidarnos de la constatada incertidumbre generalizada, para todos aquellos que pretendían invertir en España.
En el mes de marzo, el Índice de Confianza Empresarial Armonizado (ICEA), que calcula el Instituto Nacional de Estadística, nos mostraba el descenso de un 1,3% en el primer trimestre de 2016 respecto al cuarto del año anterior. Se trata del primer descolgamiento de este índice en 11 trimestres.
No obstante, y aun ante esta información, diversos analistas (de considerable renombre y respeto internacional) han valorado positivamente la posición mantenida por Mariano Rajoy en esta pantomima, y aunque otros se han hartado de calificarla de inmovilismo y criticarla hasta la saciedad, uno de los resultados que ha provocado es el crecimiento del PIB en el primer trimestre de 2016 (un 0,8%) un 0,1% más de lo previsto por el gobierno en funciones y el Banco de España. Sin duda un espaldarazo al trabajo y a las reformas desarrolladas.
A ver si esta sensación de estabilidad se sabe interpretar el 26 de junio, porque además del coste económico, las nuevas elecciones traen consigo un coste emocional (de cansancio, apatía o inapetencia), cuestión nada baladí contra a que tendrán que luchar las formaciones políticas ante esta nueva campaña electoral, .
130 millones de Euros es una cantidad nada desdeñable, y podía ser destinada a otras actuaciones de la Administración más necesarias que las nuevas elecciones, pero les he de decir, que los 3,56 Euros que nos cuesta a cada votante, no es una cifra descabellada por ejercer nuestro derecho a decidir en democracia y libertad.
El cabreo generalizado, no es tanto por la cantidad, sino por tener que volver a gastarla por la cabezonería y jactancia personal, de un señor que no ha querido respetar la voluntad de las urnas dejando gobernar a la lista más votada, ni tampoco ha sabido negociar para llegar a un acuerdo mayoritario con el resto de las fuerzas políticas representadas en la Cámara Baja.
Pero ya que debemos volver a votar, espero que seamos capaces de discernir quienes han sido los verdaderos responsables de la repetición de las elecciones; y a la hora de ejercitar nuestro derecho, tengamos claro quienes desde un principio se han mantenido firmes en presentar candidato como lista más votada, y los que anduvieron del caño al coro y mareando la perdiz, con el único propósito de salvar su situación personal en el partido que militaban.
En las pasadas elecciones del 20D, 36. 510. 952 españoles estábamos llamados a las urnas. Ejercimos el derecho a voto 25. 438. 532 de españoles al Congreso y, 24. 869. 217 de españoles al Senado. A ver si esta vez somos más.
Espero y confío en el buen criterio y el buen hacer que siempre nos ha caracterizado a los españoles, y ya que tenemos que volver a las urnas, hagamos de los 3,56 Euros la mejor de nuestras inversiones apostando en serio por nuestra querida o cara democracia.
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