EL DÍA DE ELLA, artículo publicado en Diario de Pontevedra el 7 de mayo de 2017
Mis
felicitaciones más sinceras y cariñosas a todas las madres del mundo, nos
hubierais parido o no; y aquí incluyo, a todas aquellas personas que
desarrollan el difícil pero maravilloso rol de madre, las que hacen el trabajo
más complicado para el que nunca fueron instruidas, y aun así lo han hecho lo
mejor que sabían y con todo el amor del mundo, el habernos criado es lo que más
sacrificio entraña.
Muchos son
de los que piensan que este día es un tema más comercial que de otro tipo, y
aunque no puedo negarles su parte de razón, de la misma manera les digo que el
culto a lo femenino y sus celebraciones nos ha acompañado desde los albores de
los tiempos.
Desde que
existen referencias, casi todo era femenino, hasta que llegó una parte de la
Historia que masculinizaba todo. Pero eso es tema de otra disertación.
Las
primeras manifestaciones y celebraciones del culto a “ELLA” de las que tenemos
constancia surgieron en el paleolítico, en donde las primitivas agrupaciones
humanas veneraban lo femenino y lo representaban a través de estas grotescas
figuras que hoy todos conocemos como “Venus”.
La Madre
Tierra neolítica, la diosa Madre de la Antigua Tradición druídica, la Tiamat sumeria,
la Nínsua caldea, la Asera en Canaán, la siria Astarté, la Árditi o Durga
hinduista, Isis en Egipto, Gaia en Grecia, la Magna Dea latina, la Nerthus
germana, la Freyja nórdica, la turca siberiana Umai, la celta Anann, la Amalur vasca,
la Coatlicue mexicana, la mapuche Ñuke Mapu, la Pachamana quechua, la Atabey
caribeña… Siempre es ELLA, y siempre madre.
Y así ha
llegado a nuestros días la tradición en el judaísmo en donde tal es la
importancia de la madre que la condición de judío se transmite solamente a
través de ella.
Y no
podemos olvidar el primordial papel que juega en la religión Católica la Madre
de Dios, la Virgen María, en donde en nuestra cultura y tradición más cercana
se debe el mes de mayo y el día de la madre, de nuevo la celebración de la
importancia de ELLA.
Aprovecho
esta columna de opinión para destacar el papel socializador que la madre hace
desde la base de la sociedad, la familia. Pero aun en pleno siglo XXI sigue siendo
ELLA la que normalmente desempeña el mayor peso en la educación de los hijos, y
la que realiza la mayoría de las tareas domésticas. Desde aquí hago un
llamamiento a la necesidad de una implicación mayor de los hombres en este rol,
pues, aunque en algunos casos también ayudan, es solo eso, ayuda, siguiendo la
responsabilidad y en muchos casos la mayor parte del trabajo recae sobre las
mujeres.
Apelo a la
concienciación de todos ante una mayor implicación ante la corresponsabilidad
necesaria, sólo así será posible una mejor conciliación entre la vida familiar
y la laboral. Esto sí que es una tarea de todos, los miembros de la familia,
los empresarios y las administraciones públicas, y aunque ya se han dado pasos
de gigante, hay que intentar que eso sea una normalidad en la vida cotidiana.
Las mujeres, y en especial las madres se lo merecen.
Hablando de
madres y teniendo en cuenta que hoy es su día, no quiero dejar de citar a una
ejemplar, Blanca García Montenegro.
Blanca es
un ejemplo en el que se han visto reflejadas muchas otras. Una mujer valiente,
con enjundia como dirían los mayores, con una fuerza y una valentía como pocas
y que supo seguir adelante ante un revés de vida ejerciendo su papel de madre,
de cabeza de una familia monoparental, y todo ello sin obviar la
responsabilidad que tuvo que asumir al ponerse al frente de una importante
empresa que ha sabido gestionar de manera encomiable, haciéndola crecer no sin
esfuerzo, y transformarla en el Grupo Progreso, más conocido en nuestra ciudad
por una de sus empresas, Diario de Pontevedra.
Aprovecho
para felicitarles por la nueva edición (y ya van XI) de una de sus principales
actividades, los premios “Pontevedreses del Año”, a los cuales, y con gran
disgusto por una cuestión de última hora este año no pude asistir, pero me
consta que he de darles la enhorabuena por ese importante logro. Felicitaciones
en primer lugar, a todos los premiados, y en segundo lugar y no menos
importante a Diario de Pontevedra por el éxito conseguido en equipo, en
familia.
Hecha esta
cita que me parecía más que razonable, volvamos al día de hoy porque hay que
saborearlo, porque las celebraciones siempre son motivo de alegría, y porque
debemos disfrutar especialmente este momento dedicado a esas personas únicas
que aun con el paso del tiempo siempre seguiremos llamando ¡mamá!
Soy de las
que piensan que este día debe ser durante todos y cada uno de los 365 o 366 del
año, pero en especial hoy ¡feliz día de la madre!, en especial a la mía por ser
la mejor del mundo, como espero que para cada uno de ustedes sea la suya.
A todas
ellas les deseo lo mejor en este día.
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