"COCIDO DE RANAS", artículo publicado en Diario de Pontevedra el 1 de diciembre de 2018
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Hace un tiempo estoy subiendo una temática distinta de post a mis perfiles en redes sociales, y la verdad, estoy muy preocupada, ya que hasta yo misma a veces, siento padecer el síndrome de la “rana cocida”. La gente se queda con lo superficial, entrando a la gresca e impidiendo a sí misma ver el bosque por culpa de fijarse en los árboles. Pero eso es lo más cómodo, porque les da igual ahondar en la enjundia de la noticia. También me ocurre en conversaciones de diario, que al haber interactuación personal, me parece aun más grave. Para legos en estas lides contarles que este síndrome de “la rana cocida”, o la consecuencia ante una actitud sobre un tema que, siendo “atacado” lentamente, los daños puedan llegar a no percibirse, y la falta de conciencia genere que no haya reacciones o que estas sean tan tardías como para evitar o revertir los daños que ya están hechos. La analogía se toma del libro "La rana que no sabía que estaba hervida... y otras lecciones ...