¡ENHORABUENA, Y MUCHA SUERTE!, artículo publicado en Diario de Pontevedra el 15 de julio de 2018
Este pasado jueves asistí a la presentación de la nueva autoridad del Estado en la provincia, la persona titular de la Subdelegación del Gobierno en Pontevedra se presentaba ante las autoridades civiles y militares y a la ciudadanía en su conjunto.
Se “pasaban el relevo” dos de las personas más formadas que conozco, funcionarias de carrera del grupo A, con una trayectoria profesional impecable, y con una talla humana de las que ya quedan pocas.
Podría haber sido una ceremonia protocolaria más, pero no ha sido así, y el carácter de efeméride que como tal pasará a los anales de la historia de la Administración Pública en nuestra provincia, lo es porque el hecho de ser mujer hasta hace bien poco era un hándicap para ocupar puestos de responsabilidad, aun hoy día en la mayoría de edad del siglo XXI cuesta; pero en este acto por primera vez en la historia de la existencia de una autoridad del Estado en la provincia, la persona titular de la Subdelegación “saliente” es una mujer, Ana Ortiz, y la persona titular de la Subdelegación “entrante” también es mujer, Maria del Carmen Larriba, más conocida en Pontevedra como Maica Larriba.
Así como celebro lo histórico del momento, espero que de ahora en adelante situaciones como esta dejen de ser excepcionales, y que no tengamos que esperar otros 185 años para que ocurra en nuestra provincia; porque estos son los años que han pasado desde aquel primer Real Decreto de 1833 que establecía la figura de un subdelegado de fomento, pasando por 1958 cuando entonces eran gobernadores civiles dotados de un estatuto propio que les otorgaba la máxima autoridad de la provincia; hasta llegar a 1997 donde vuelve la figura del subdelegado provincial, pero esta vez, dependiendo del delegado del Gobierno en la comunidad autónoma correspondiente, aunque hasta la fecha, nunca se había producido el relevo entre dos mujeres.
Habrá más de una persona que musite “eso de ser mujer no tiene que ver, lo importante es que valgan”, algún que otro comentario he oído yo al hacer orgullosa la afirmación de mi asistencia al acto; pues a esas personas les digo, que ambas mujeres ostentan dicha valía, y por supuesto que son las mejores para haber desempeñado y desempeñar esa responsabilidad. Y que cada vez son más, o somos más.
Lo que debemos hacer ahora es desearle la ¡enhorabuena y mucha suerte! a esta nueva subdelegada del Gobierno, que comparte partido político y profesión con aquella primera gobernadora civil allá por 1937, Julia Álvarez Resano.
He de decirles que no es la primera vez que ostenta una responsabilidad directiva en el territorio provincial, recordemos el trabajo de Maica Larriba como Delegada Provincial de la Consellería de Presidencia de la Xunta de Galicia entre 2005 y 2009, y destaquemos, eso sí, que tiene el privilegio de ejercer su cargo desde la ciudad que la vio nacer, y en la cual fue la única edil mujer en la corporación municipal pontevedresa entre 1987 y 1995, a la cual llegó de la mano de su admirado Gonzalo Adrio.
Le queda por delante una ardua tarea, y para los legos en la materia o para todas y todos aquellos que se preguntan cuáles son las funciones en una subdelegación provincial del Gobierno decirles que entre otras son las de comunicación, colaboración y cooperación con la Xunta de Galicia y con las Entidades Locales; la protección del libre ejercicio de los derechos y libertades, garantizando la seguridad ciudadana, es decir, la dirección de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como la de la protección civil en esta provincia. Pero además dentro de tus competencias está el dirigir los servicios integrados de la Administración General del Estado, y coordinar la utilización de los medios materiales y, en particular, los edificios administrativos en el ámbito territorial provincial. Y con relación a esto último, he ahí un nuevo reto, el poner en funcionamiento la oficina de la Subdelegación del Gobierno en Vigo, que, habiendo funcionado en décadas, se cerraba en 2012.
Todo lo que les he contado quedó reflejado, de forma general, en las palabras que la nueva subdelegada dirigió a los presentes que abarrotaron, como yo no recordaba, el salón de actos y el hall que lo antecede hasta las escaleras de la subdelegación del Gobierno; y haciendo especial hincapié en la lucha contra las desigualdades sociales, la protección del medioambiente, la transición energética, centró su alocución en una de sus reivindicaciones bandera a lo largo de su dilatada militancia en política, trabajar por la igualdad de género y luchar contra la violencia machista.
Maica Larriba, la comprometida y combativa socialista no defraudó a nadie de los que la conocen en su discurso, en el que se emocionó especialmente al recordar a sus padres, a sus hijos y a su compañero de vida, su otra mitad, Celso; así como a Gonzalo Adrio, su mentor y el responsable de que ella estuviese allí. Así lo dijo.
Querida y admirada Maica Larriba, Ana Ortiz te dejó elevado el listón, pero no me cabe la menor duda que tu estrás a la mejor de las alturas en las circunstancias que te tocan dirigir y vivir.
Como ciudadana exigiré lo mejor de ti; como mujer me identifico contigo; pero por encima de las ideas políticas que no compartimos totalmente, he de confesar que desde aquella jornada electoral del 17 de diciembre de 1989 en donde representábamos a nuestros respectivos partidos como interventoras en la mesa electoral de la residencia de estudiantes de la entonces Caja de Ahorros de Pontevedra, la relación que comenzó “peleando” por los votos, (y que se ha repetido en varias ocasiones ya que nunca olvidaste ser afiliado de base aun con tus altas responsabilidades institucionales), se convirtió en una amistad de las bonitas.
Por todo esto y lo que queda en la andadura que has comenzado como subdelegada del Gobierno en Pontevedra, querida y admirada Maica Larriba, te digo ¡enhorabuena! y te deseo lo mejor, ¡mucha suerte!
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