"HUECOS DE ASALTO", artículo publicado en Diario de Pontevedra el 20 de octubre de 2019
![Imagen](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE4M0GCMISJISkcxtvDc8Sweklbh593q6zPewcPvPa6P2nhLZdHgQIMbgzPyNbO1Z2Ed36oA0SvoF8W-ztW_-4djeZmtNgvMkONoPPKhtTiabhOCYDengF0Lf6yDM4iWzaZiblmwyIyuP6/s320/ciudad-medieval-del-castillo-bajo-cerco-136997642.jpg)
Desde la más remota Antigüedad se han ido levantando estructuras fortificadas para “permanecer a salvo” del ataque del invasor. Tan longevas como los orígenes del arte de la defensa se remontan a los tiempos en los que se constituía la sociedad y se identifican con la probablemente más antigua de las relaciones entre los pueblos: la beligerancia Los pueblos más antiguos se fortificaban con hileras de estacas o postes y muros de adobe, pero la experiencia les poseyó pronto de más conocimientos y fueron trabajando en la mejora de sus construcciones protectoras, hasta llegar al culmen de las mismas con ejemplos de murallas emblemáticas erigidas por la necesidad de resguardo en el devenir de la Historia y a lo largo y ancho de la vasta extensión del planeta tierra. Desde siempre un simple hueco o grieta en los muros fortificados fue el quebradero de cabeza de quienes ostentaban la responsabilidad del amparo de los suyos; lo que por otro lado, era el primer p...