UNA PAREJA MÁS QUE CURIOSA, artículo publicado en Diario de Pontevedra el 16 de octubre de 2016
Existen ejemplos de parejas más que curiosas a lo largo y ancho de la literatura, el cómic o el cine.
Holmes y Watson; Laurel y Hardy, “El Gordo y el Flaco”; Jack Lemmon y Walter Matthau,“ La Extraña Pareja”; algo más nuestro como los antihéroes del cómic Mortadelo y Filemón; los traviesos Zipi y Zape, y ya no digamos en nuestro panorama audiovisual como los cómicos Tip y Coll o Esteso y Pajares. La verdad es que a veces la realidad supera la ficción, y en política, salvando las distancias, dicho sea de paso porque las comparaciones son odiosas, desde hace unos pocos años tenemos a Iñigo Errejón y Pablo Iglesias.
Tras el “destape” acontecido en el PSOE, con el desaguisado interno que padecen y el posterior descubrimiento del “presunto” pacto in extremis entre Sánchez, Podemos y los independentistas, una vez dilucidada la gravedad de la situación que nos toca a todos los españoles, independientemente de la opción política que profesemos, y descubierto el papelón de Podemos en este tétrico y oscuro episodio, ahora salta el ya conocido por todos desacuerdo entre esta curiosa pareja protagonista de los dislates más disparatados de la situación política española, Errejón e Iglesias.
Recuerdo la copla popular,”Ni contigo ni sin ti tienen mis males remedio; contigo, porque me matas y sin ti, porque me muero”, merismo o figura retórica que no es otra cosa que la expresión de una totalidad mediante la mención de dos partes que constituyen los extremos de la misma, o aquella figura que nos permite enumerar las partes o características propias de algo para pasar a continuación a explicar cada una de ellas.
Pues a ello me remito.
Lo que se nos presentaba como un tándem perfecto que encarnaba el cambio a una nueva manera de hacer política, la verdad es que tanto Iñigo como Pablo lo que han hecho es demostrarnos a todos que tras el disfraz de frescura y transformación de la manera de hacer la vieja política que tanto criticaban, no existe sino una casta envuelta en populismo, con lo que ello conlleva, y unas guerras internas en Podemos que pueden hacer cuestión menor el conflicto interno del PSOE.
Bien es cierto que este pasado viernes el secretario Político de Podemos, Iñigo Errejón, daba unas declaraciones a los distintos medios de comunicación haciendo público que descartaba el competir con Pablo Iglesias por el liderazgo del partido, y aducía que no hay diferencias estratégicas entre ambos que lo justifique y porque los dos coinciden en el "corazón" del proyecto.
Y yo me pregunto, ¿cuál es el corazón del proyecto?.
Con toda humildad, y visto lo visto, para empezar, ¿hay o ha habido proyecto o lo único que une a la infinidad de confluencias y al propio Podemos (si es que existe una agrupación política única así definida) es desbaratar todo lo legalmente establecido en España?.
No me gusta hacer bromas con la gravedad de la situación, pero esta curiosa pareja me recuerda a dos de las que mencionaba al principio.
Por una parte me recuerda a Félix y Óscar, la pareja protagonizada por Jack Lemmon y Walther Matthau; aquellos amigos que decidieron compartir circunstancias de vida y habitabilidad pero sus caracteres y sus estilos de vida son absolutamente incompatibles.
Por otra parte y siguiendo con el “destape”, aunque esta vez cinematográfico y más nuestro, a Federico y a Roque, pareja que protagonizaba “Yo hice a Roque III”, que sin aguantarse entre ellos y casi como una vendetta, lleva a un amigo a un combate de boxeo engañoso.
La verdad es que no sé si estos dos iniciales representantes de alumnos en la Facultad de Políticas de la Complutense, a la sazón colegas míos de formación académica, son conscientes que ya no están representando a sus compañeros en el Claustro de la Universidad, y sí representan en el Congreso de los Diputados a más de cinco millones de españoles (eso sí perdiendo 1.090.924 de diciembre a junio), y que eso no es una cosa nimia, aun in crescendo.
A mi juicio y en mi humilde opinión, lo que debería de hacer esta pareja, es abandonar las ínfulas de grandeza que profesaban, tomar en consideración la gravedad de la situación política de España, y obviar el coqueteo con los que quieren romper España de una vez por todas.
No seré yo la que haga apología a su opción política ni por asomo, pero sinceramente y desde un punto de vista politológico responsable (porque algo de eso saben), si abandonan el cortejo con los que quieren despedazar España y las alianzas con las confluencias variopintas que les adornan, a lo mejor hasta salvan sus diferencias más personales; y así, y aunque se queden a modo testimonial como representantes públicos en Cortes, harán salvado el corazón del proyecto, que tal y como dice Errejón existe, aunque yo no sepa cuál es. Entonces todos sabríamos la idea que abanderan.
No obstante, son un caso a estudiar; y he de reconocer, que fuera de las comparaciones de cómic o cinematográficas, hacen una pareja más que curiosa.
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