CON "k" DE "KOBARDES", artículo publicado en Diario de Pontevedra el 23 de octubre de 2016

No sabía de la existencia de la vertiente oscura de la letra “K”, pero ahí está.

Una muestra de ello es cuando de forma consciente o inconsciente se aplica a una palabra con “c” o “q” pretendiendo darle un énfasis anti sistema, y por ende, cambiando esas consonantes por la “K”. Un ejemplo visual, la palabra ocupación por “okupación”.
Pero he aquí una curiosidad.

En esoterismo, esta letra “K” está emparentada con la letra Cufig hebrea y es hija adoptiva del alfabeto griego. Pero lo que despertó mi interés al acceder a esta información, es que en una de sus vertientes es una letra asociada a la guerra y a la violencia. Su forma se representa con una mano alzada y armada. Místicamente esta letra representa una mano librando una guerra.


En base a esa inclinación enigmática, cuando menos, la “K” nunca conlleva serenidad ni raciocinio; por ello esas tantas coincidencias de actores, movimientos, acontecimientos y asociaciones que siembran el terror como las que mencionaré a lo largo de tres escenarios distintos con un mismo denominador común, además de muchos términos con la letra “K”. Ejemplos de crímenes de Odio a lo largo de nuestra historia más reciente.

Comienzo con la llamada "Noche de los Cristales Rotos", (Die Kristallnacht), aquella concatenación de linchamientos y ataques combinados ocurridos en la Alemania nazi y parte de Austria, durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, y llevada a cabo contra ciudadanos judíos por las tropas de asalto de secuaces del partido nacionalsocialista junto con la población civil previamente aleccionada, mientras las autoridades alemanas observaban sin intervenir.



Se producía así un punto de partida sin retorno para millones de judíos.

Aquella fatídica noche, se dio el primer paso hacia el Holocausto; el movimiento nazi ideado y organizado por Hitler y Goebbles. Esa noche, un centenar de judíos fueron asesinados, y más de 30.000 fueron detenidos y posteriormente enviados a campos de concentración.

¿Qué crimen habían cometido esas personas?, ser judíos.

En los años cincuenta y sesenta en los Estados Unidos había múltiples pruebas de una segregación racial que no se aplicaba de manera oficial, pero sabido era que existía.     

Los negros ocupaban los asientos de atrás en el autobús; había aseos públicos, andén de espera, entrada a la piscina y fuentes sólo para negros; existía una Ley marcial para negros; en las grandes ciudades existía una fuerte segregación territorial, es decir, “guetos para negros”, y no hablemos de la segregación en el trabajo  con ocupaciones solo para negros; también diferenciaban hospitales para blancos y negros; por tener un color de piel distinto, tampoco podían votar; no podían asistir a escuelas con blancos y grandes problemas tuvieron para ir a las universidades sureñas. Y el Ku Klux Clan, aplaudiendo e incitando todas estas barbaridades jaleando consignas como “os está bien por ser negros” o “fuera de aquí escoria”.



¿Qué crimen habían cometido esas personas?, ser negros.

La madrugada del pasado día 15 de este mes de octubre, sobre las 02:30 horas, dos parejas jóvenes entraron a tomar unas copas en el bar Koxka de Alsasua. Fueron increpados, vejados, insultados y apaleados por más de 25 valientes kobardes (con “K”)  de la “kale borroca” de forma vil y a la consigna de «Hijos de puta. Estos os pasa por venir aquí”.




¿Qué han hecho estos jóvenes para recibir insultos, vejaciones y semejante paliza?, pues no ser otra cosa que servidores públicos, y a la vez, tan generosos y entregados en su trabajo, hasta el punto de salvar la vida a esos mismos que los quieren aniquilar.



En definitiva, ser guardiaciviles.

Estamos ya en el siglo XXI, que tampoco es excusa, pero en este momento y hora, apelo a la conciencia de los vascos con “c”  así como a la del resto de ciudadanos de las distintas nacionalidades culturales que componen España, y que apoyan a formaciones políticas radikales  (con “K”) que apoyan a estos indeseables.

Suplico con humildad, pero con contundencia y firmeza, a la conciencia con “c” de los ciudadanos españoles que son, los que en realidad deben tomar en consideración la gravedad de los hechos que estamos viviendo. No es ninguna broma.

En primer lugar no se puede dar pábulo a los que apoyan y jalean a asesinos; y en segundo lugar,  no menos importante, a los que con “pañitos calientes” no participan ni manifiestan de forma clara, su rechazo a este tipo de crímenes de odio; eso sí, después de hacer caso omiso a actos cuasi terroristas como el acaecido en Alsasua, se disfrazan de abanderados de los derechos humanos, como ante la situación del CIE de Aluche.

Qué pasa, ¿los guardiaciviles no tienen derechos tan básicos e inalienables como los derechos humanos?, creo que ya está bien de moralina y propaganda barata.




Ojo vecinos y conciudadanos de España, porque estamos rodeados de embusteros, de prestidigitadores de poca monta, y de propagandistas de dudoso proceder democrático. No tienen valor de demostrarse tal y como son. A fin de cuentas, son Kobardes con “K”.

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