"EL DIA GRANDE DE PONTEVEDRA" artículo publicado en Diario de Pontevedra el 11 de agosto de 2019
Dice
el refranero popular que “hay tres jueves en el año que brillan más que el
sol”; pues los pontevedreses vamos a tener que acuñar uno propio ya que tenemos
un día en el año que brilla por sí solo y en honor a ELLA; ya que cada segundo
domingo de agosto celebramos en nuestra ciudad la festividad de Nuestra Señora
del Refugio La Divina Peregrina.
En
estas fechas Pontevedra “hierve”, (y eso que es la patrona de la provincia de
Pontevedra no de nuestra localidad), ya que la devoción
sincera y las tradiciones populares hacia esta advocación mariana, adquieren
tal magnitud que casi hacen pasar inadvertidos los días de los tradicionales
patrón y patrona de nuestra ciudad, San Sebastián y Nuestra Señora de la O.
Por
ello me incomoda soberanamente las denominaciones “frikis” de las fiestas que
se inician con esta celebración; ya que no son las “fiestas de verano” (aunque
coincidan con esta estación estival), ni la fiesta “de Peñas”.
Desde
el consistorio municipal parecen tener aversión a estas “Fiestas de la
Peregrina” (no “las peregrinas”, esas son las que caminan a Compostela), y
deberían de tomarlas más en serio por la ocasión que representa en pleno mes de
agosto y las posibilidades económicas que ofrece a diversos sectores de esta
ciudad; porque lo que empezó como una acción espontánea de unos niños que
quisieron engalanar un carro para pasear a la imagen de la Virgen, se ha transformado
en la semana festiva por excelencia de la capital del Lérez. También deberían
tener en cuenta otra cuestión para apoyar esta tradición, ya que ponen en
relevancia el Camino Portugués y eso trae muchos peregrinos a Pontevedra. Piénsenlo,
ya que no serían los primeros, ni serán los últimos…
Les
ruego (y no es la primera vez que lo hago), tomen cartas en el asunto de esa
mugrienta práctica más reciente en el tiempo, y en donde y tristemente son
protagonistas los más jóvenes que acuñan los días de los fines de semana de
estas fiestas como “de Peñas”. DE PENA diría yo, (aplicando el singular y
retirando la virgulilla de nuestra “ñ” para dejarla solamente con la “n”), ya que el espectáculo dantesco e insalubre que dejan estas
hordas (de no en pocos casos pobladas de menores de edad), lo que están
consiguiendo es que los turistas no pernocten en nuestra ciudad, y solamente
vengan a espectáculos y actividades puntuales, huyendo de nuestra preciosa “Boa
Vila” tan pronto como finalizan.
El
desbarajuste, el vandalismo, el pis y demás aguas mayores que dejan estos
individuos en zona monumental de Pontevedra hacen imposible su tránsito, así
como el poder disfrutar en restaurantes, bares, pubs y correspondientes
terrazas que podrían estar montadas a pie de calle como hace años. Pero claro
esta no es la “fiesta” promocionada por el ayuntamiento como la “Feira Franca”
(por cierto, iniciada bajo el gobierno municipal de Juna Luis Pedrosa en donde
yo participé como voluntaria de Protección Civil, por eso lo aseguro en primera
persona), en donde se consienten el montaje de estos “tenderetes” además de
otros. Cuestión que no me parece mal ya que impide el “botellón”, que por
desgracia desde el ayuntamiento se “consiente” en las “fiestas de La
Peregrina”.
Estos
días se solicitaba por parte del Grupo Popular el poder volver a instalar
barras en la calle, y tal y como he dejado claro en párrafos anteriores se
debería de considerar. Pero llegado este punto añado la pregunta siguiente, ¿a
cuánto asciende la factura de limpieza especial de estos sábados “DE PENA”?; a
mí, al menos, me gustaría saber lo que le cuesta al erario público, es decir,
lo que nos cuesta a todos los pontevedreses.
Porque
como bien apuntaba la concejala de fiestas, los festejos en los fines de semana
comenzaron con gobiernos municipales populares; pero he de puntualizar en
primer lugar, que las Peñas organizadas desde hace más de 30 años jamás
protagonizaron semejante imagen zafia y asquerosa en la ciudad; y en segundo y
no menos importante, porque las Peñas organizadas que son, en verdad el alma de
estas fiestas ( se esté de acuerdo o no con su proceder taurino), nunca escenificaron
lo que las catervas de infantes alcoholizados, (desde horas tempranas de la
tarde), efectúan en nuestras calles y plazas más emblemáticas.
Aun
con el esperpento vivido la tarde noche de ayer (al que parece hacer oídos
sordos el ayuntamiento capitalino), la mañana fue maravillosa; y como otro
segundo sábado de agosto pudimos honrar a la Virgen Peregrina, con la carroza
que estrena atavío y restauración (a mí me gusta, aunque he oído opiniones mil,
“nunca llueve a gusto de todos”), pero lo importante es la expectación de unos,
la ilusión y devoción de otros, que al final es lo que importa.
“Cosas veredes amigo Sancho que non
crederes”; frase como muchas otras adjudicadas al universal
Cervantes, aunque nunca utilizada por el ingenioso personaje Don Quijote en
episodio alguno del libro que recoge sus aventuras; pero sigue siendo una
prédica transmitida de generación en generación de utilidad extraordinaria para
expresar el asombro, el pasmo o la perplejidad ante las cosas que nos ocurren o
que ocurren a nuestro alrededor. O que nos provoca la contemplación de la
actualidad; como ocurre en nuestra ciudad.
Aun
así Pontevedra sigue con su tradición, y lo más importante es que ello
continúe, y se acerquen a disfrutar de todos los festejos cuantas más personas
mejor; ya que es riqueza en todos los ámbitos para nuestra ciudad.
Y
en lo que a mí respecta, espero seguir disfrutando muchos años de este segundo
fin de semana de agosto en el que se inician las fiestas en honor a mi Virgen
Peregrina, y a verla procesionar tan guapa por las calles de la ciudad en un
día como hoy, “EL
DÍA GRANDE DE PONTEVEDRA”.
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