AMADO LíDER, artículo publicado en Diario de Pontevedra el 18 de octubre de 2015

No se puede consentir que un ciudadano se salte la ley porque sí. 

No se puede consentir que un ciudadano se burle de todo un pueblo, tal y cómo lo está haciendo el hasta hoy presidente en funciones de la Generalidad, Arturo Más.

El tal señor Más ejerce de líder supremo de la nación cultural de Cataluña y, para quien aun no lo sepa, miembro de la indisoluble nación política que es España. Pero no queda ahí la cosa. También es el presidente de Convergencia Democrática de Cataluña el director de orquesta de Juntos por el Sí y el Comandante supremo de las Fuerzas Palo en Alto. 

Como es omnipotente, además de todos estos cargos, le queda tiempo todavía para dirigir con mano de hierro las mentes que ha ido aleccionando todos estos años y tomar decisiones de lo más extravagantes. El Amado Líder, es más.

Ciudadanas y ciudadanos catalanes, este individuo se está partiendo la caja, a la vez que haciéndola, a costa de todos ustedes. Y parecen no enterarse. Y además lo hace apelando a los instintos más primarios del ser humano y a cuestiones de lo más básicas en sociedad como lo es la pertenencia a un grupo.

Su dinero le ha costado. El dinero de todos los españoles. Porque los catalanes también son españoles, y lo digo solo por si hay alguien al que le quede, todavía, alguna duda.

Su tiempo le ha llevado. La escuela y el instituto principalmente, junto con los medios de comunicación autonómicos, han sido los principales focos de adoctrinamiento de su régimen. Primero como delfín, ahora como caudillo.

¿El resultado?, el esperado. La respuesta de todos los adoctrinados al unísono ante la emisión de primera señal del führer.

El pasado jueves llegaba al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña el Amado Líder. Lo hacía en baño de multitudes y precedido de una guardia pretoriana compuesta por su consejo de gobierno y su ejército de Palo en Alto. Sí, ese formado por 400 alcaldes, bastón alzado, los cuales arrastran más de 300 procesos judiciales a sus espaldas.

La puesta en escena; como una entrega de los Oscar. Estudiada hasta el milímetro. Adornada con el uso vil y machista de su señora a las puertas del edificio. Gestos para el deleite de los miembros sectarios, como los cuatro dedos emulando a las barras de la bandera. 

Pero no todo era atrezzo. El Amado Líder que antes de declarar ante el juez saludaba al populacho cual César en el circo, asumía públicamente toda culpa y responsabilidad sobre la convocatoria de aquella pantomima del 9 de noviembre. Ya en la sala del tribunal se desinflaba y cubría su insensatez y su lideira independentista bajo la bandera de la culpa hacia sus subordinados. Dos personajes en uno, dos caras de la misma y falsa moneda. Es increíble como hay personas que en pleno siglo XXI se dejan embaucar por charlatanes de feria, pero así es.

Sólo espero y confío, en que las palabras de la señora Fiscal General del Estado, y de diversos líderes políticos que practican ponderación,  surtan efecto ante las continuas afrentas del Amado Líder al Estado español. Precisamente por ser quien es, o al menos hasta el momento, su práctica debería ser ejemplar, no de burla.

Para quienes necesiten información, el imperio de la ley es lo que nos aleja de ese estado de naturaleza donde, ya Hobbes en su obra De Cive, lo definía como bellum omnium contra omnes, algo así como guerra de todos contra todos.

Pues precisamente para que eso no ocurra, es necesario el respeto y cumplimiento de la ley, además de la no interferencia a través de representaciones teatrales en el proceso judicial contra Más debería de ser absoluta. La sentencia ejemplarizante.

Si con cualquier ciudadano de a pié se aplica la máxima  que dice, el desconocimiento de la ley no exime del cumplimiento de la misma, en el caso del presidente de la Generalidad de Cataluña, que la conoce, las afrentas son más graves.

Y cuando alguien de su posición erra, las consecuencias también deben corresponderse a dicha magnitud, Amado Líder.