NI SOCIALES NI DEMÓCRATAS, artículo publicado en Diario de Pontevedra el 19 de junio de 2016

Desde que entró en vigor nuestra Constitución Española de 1978, España es un Estado democrático y sometido a Derecho.

En el Título Preliminar y concretamente en su artículo 1 literalmente dispone “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político”.

A esto quiero añadir la calificación de nuestra Carta Magna por grandes constitucionalistas y politólogos como Andrés de Blas, Ramón García Cotarelo, Pablo Lucas, Antoni Rovira, entre otros, como la más completa hasta su redacción en la declaración de los derechos y libertades promovidos y garantizados por la misma.

Nuestra Ley de leyes estuvo inspirada desde el inicio de la ponencia en Cortes, por la Constitución Italiana de 1947, la Ley Fundamental de Bonn de 1949 y el texto Constitucional de Portugal de 1976. Pero la nuestra los superaba a todos.

Así, y con la evolución natural de una sociedad que crece libre, lo que no me esperaba yo a esta posición del siglo XXI es que algunos que se hacen llamar políticos, ya no digo politólogos que aunque lo sean de formación y profesión manchan el nombre del resto de los colegas entre los que me encuentro, quieran aprovechar la libertad en la que discurre la cosa pública, el libre acceso a los medios de comunicación y lo que es más importante, la libertad de asociación y creación de partidos y agrupaciones políticas como verdaderas instancias entre el poder y la sociedad civil, y así expresar sin cortapisas sus postulados teóricos y sus propuestas ante unas elecciones, engañando a los españoles y españolas en edad de votar.
Porque en España coexisten distintas opciones de ideas políticas; comunistas, socialistas, socialdemócratas, liberales y demás situadas en la derecha, en la izquierda (más o menos moderada) y en el centro. Y aunque ya me parece obsoleta esta tipología clasificatoria la cito para entendernos mejor.

Con todo esto, inaugurando esta semana de campaña electoral, asistí impávida a la declaración del amado líder podemita en donde se definía él y su popurrí ad hoc electoral como socialdemócratas.


Por si ello fuese poco, el recién llegado al grupo Alberto Garzón, soltaba la misma perla  en el programa matinal de Susana Griso, dando por válido el anuncio de su jefe de filas. Muy mal deben tener esas cabezas estos chicos cuando un marxista se declara socialdemócrata y cuando el secretario general de Izquierda Unida y miembro del Partido Comunista de España lo secunda. Si Santiago Carrillo levanta la cabeza…lo corre a pelucazos.


A ver, la socialdemocracia es una corriente de pensamiento político que surge dentro del Socialismo Marxista, cuando se funda en Alemania en 1869, en el Congreso de Eisenach, el Partido Socialdemócrata de Trabajadores.

La socialdemocracia abandona la vía revolucionaria y se convierte en reformista, y teóricamente conserva varios puntos del Socialismo Revolucionario o Marxista, pero en la praxis los abandona, me refiero a cuestiones tales como la interpretación económica de la historia, la lucha de clases, la dictadura del proletariado, la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, la desaparición del Estado, etc.


En resumen, la socialdemocracia únicamente conserva del Socialismo Marxista, los programas amplios de beneficio social; pero a diferencia de los marxistas, mantienen la esencia del Capitalismo al conservar de éste la propiedad privada de los medios de producción, y la preserva de la institución estatal.

Es decir, la socialdemocracia acepta las instituciones liberal-democráticas y soporta el mercado y la propiedad privada.

Por otro lado, el Socialismo Revolucionario en sus varias encarnaciones históricas, es decir, anarquismo, sindicalismo revolucionario, izquierda luxemburguiana, leninismo; , antepone por necesidad antes que por libre elección, el espíritu de negación total del sistema, es decir, o eres marxista o socialdemócrata, y está claro que Unidos Podemos, de socialdemócrata no tiene nada.


Amado líder de Podemos, Pablo Iglesias, señor Monedero que desde la sombra le ordena y manda, adláteres de Izquierda Unida y cabecillas de todas las confluencias de  tipo y pelaje; en resumen señores del popurrí ad hoc electoral de Unidos Podemos, ¿nos estáis tomando por idiotas a los españoles?.

Si uno de los grandes representantes de la socialdemocracia en España, que después se unió al PSOE, Francisco Fernández Ordóñez, allí donde esté levanta la cabeza, dudo que compartiese este despropósito electoralpodemita.

Digan todos en verdad de donde vienen, no pasa nada, pero señores acaudillados del amado líder, no engañen a la gente; si son comunistas, revolucionarios y anti-sistema, déjenlo claro, en España pueden hacerlo, y es una suerte que tenemos por vivir en democracia.



En mi humilde opinión de colega de profesión, ni son sociales ya que no respetan el intelecto de la gente, ni son demócratas, sobretodo visto lo visto como tratan a sus miembros de partido, agrupación o lo que ustedes quieran llamarle.

Sólo les pido que reconozcan quienes son, al igual que el resto de formaciones políticas que se presentan a estas próximas elecciones.
En este país aun lo pueden hacer en libertad, democracia y veracidad. Después, que la gente decida sin engaños.

De colega a colega de profesión, esto es vivir y participar en democracia, lo otro es dictadura y, ni la inmensa mayoría de los españoles, ni yo misma la queremos; lo de ustedes no lo tengo tan claro.


Les anticipo las gracias por la aclaración que esperamos, les queda una semana de campaña electoral, pero si no lo hacen, reafirmarán mi tesis sobre ustedes que ni son sociales ni son demócratas.

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