ZAPATERO A TUS ZAPATOS, artículo publicado en Diario de Pontevedra el 22 de mayo de 2016
No puedo estar más que profundamente
indignada por el momento inmerecido que están viviendo los descendientes de
aquellos que acogieron a los nuestros en busca de una vida mejor; porque la
situación en uno de los países más ricos del mundo en recursos naturales, es
cada día una constante batalla muy difícil de librar.
Los derechos humanos de los que piensan
distinto del régimen “ democrático maduro”, no existen. La voluntad mayoritaria del pueblo
que habló en las urnas en diciembre, no se respeta.
Cuando los ciudadanos, sin excepción,
acuden a supermercados, farmacias, a gestionar gas, agua o electricidad, en la
inmensa mayoría de los casos regresan a casa de vacío.
Falta lo primordial, el pan, la leche,
el agua embotellada, el papel higiénico y los pañales. Por si esto no fuese
suficiente, niños y no tan niños mueren en sus casas y en hospitales por falta
de medicinas y cuidados básicos.
Hambre y penurias en un escenario
terrorífico creado por el caudillo desorbitado Nicolás Maduro, el cual sigue
obviando su fracaso, al tiempo que culpa a cualquiera excepto a él mismo, del
día a día apocalíptico del pueblo que le vio crecer.
Ante este panorama de complicada
solución, a Venezuela les surge otro problema. José Luis Rodriguez Zapatero, se
presenta en Caracas.
Pero, ¿cómo se le ocurre a este
individuo presentarse como mediador ante el maduro dictador erigiéndose
como “salvador” de esa no su patria?, ¿qué pecado habrán cometido los venezolanos
para que un cenizo de semejante calibre se les plante como mediador del
conflicto?; ¿por qué digo esto?, hagamos memoria.
Este señor tras ser nombrado Secretario
General del PSOE, lo hunde; nombra Jefe de Estado Mayor de la Defensa a un
general que, a la primera de cambio se une a las huestes anti sistema de
Podemos y se declara antimilitarista; llega al gobierno de España y en casi 8
años de mandato nos deja al borde del precipicio. Si me permite un comentario
mejor estaría usted quieto en su casa, pero veo, que el mal endémico en las
personas de los ex presidentes es la megalomanía.
A ver señor Zapatero, ¿en calidad de
qué pretende presentarse ante el todopoderoso que rige Venezuela tras haber
dejado a España con la peor de las situaciones en la Historia reciente?.
¿Qué escenario piensa barajar cuando
usted nos dejaba una España, con un PIB al borde de la recesión, con más de
cinco de millones de personas en desempleo y con una agujero presupuestario y
una deuda pública mucho mayor que la que dejaron Leopoldo Calvo Sotelo, Felipe
González y José María Aznar cuando abandonaron la presidencia del Gobierno?, y esto
sin obviar que usted, señor Zapatero, consintió el mayor recorte del gasto
social de la democracia, aprobándolo de un plumazo en mayo de 2010, y la mayor
subida de impuestos de la historia reciente, que llegó de la mano de los
Presupuestos Generales del Estado de ese mismo año.
Porque sobre sus buenismos que tanto daño han hecho a este nuestro país prefiero no
decir nada más, y de su absolutamente descabellada propuesta de aquella Alianza
de Civilizaciones, tampoco.
Mientras tanto, en la sede de Ferraz se
sublevan las iras, pero José Luis prefiere hacerse el sordo y prosigue con su
contienda subiéndose a un avión para cruzar el Atlántico, a sabiendas que se
dirige a un país bajo un estado de excepción proclamado, y con un despliegue
militar al más puro estilo del amado líder norcoreano; que por cierto, debemos
saber, que ha enviado efectivos para entrenar en Caracas a sus homólogos del
Grupo de Acciones Comando (GAC) de la Guardia Nacional venezolana. Exactamente
igual que el gobierno de China.
Señor Zapatero, los venezolanos se
merecen todo lo mejor, y para empezar respeto, ese respeto que usted va a
resquebrajar al sentarse y tratar de tú a tú a un indeseable que gobierna
Venezuela a golpe de tweets de un pajarico chiquitico.
Una vez conformado su ridículo, vuelve
a España con las manos vacías, tal y como era de esperar. Pero no todo es malo,
lo único bueno que ha hecho en ese viaje, el señor de los buenismos, es
ayudar a blanquear la imagen internacional de Nicolás Maduro, prestándose al
juego del caudillo chavista, con una exhibición de equidistancia que no es
aceptable en la actual situación de ese país. En fin, lo que yo decía donde
este hombre pone el ojo...
No digo más, o sí, y traigo aquí un
excelente ejemplo de lo recogido por Plinio el
Viejo en su tratado Historia Natural
en donde cita una anécdota con un zapatero ante el más ilustre de los pintores
griegos de su época, Apeles. Este artista había pintado un cuadro con una
zapatilla desproporcionada, lo que arrancó un comentario de aquel humilde
artesano del calzado. Apeles, ipso facto lo corrigió.
De esta historia, esta frase, Sutor, ne crepidam de ultra, una
expresión latina que significa literalmente "Zapatero, no más allá del
zapato", cuyo significado nos sirve para advertir a la gente que evite
emitir juicios más allá de su experiencia, o lo que es lo mismo, y dedicado a
José Luis, “Zapatero, a tus zapatos”.
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