"POLÍTICA FICCIÓN" Artículo publicado en Diario de Pontevedra el 14 de enero de 2018
No quería yo seguir hablando de la “pesadilla” catalana que nos tiene más que hartos a la inmensa mayoría de las personas; con tal empacho entre la estupidez y el delito, que cada vez nos cabrean más los sucesivos y descabellados incumplimientos de la Ley, los engaños, las tergiversaciones de absolutamente todo a favor de su multiverso fantástico, y, en definitiva, las escandalosas fantasmadas protagonizadas por el señor Puigdemont y sus palmeros del proceso soberanista.
Sincera y humildemente les confieso que, cada vez me es más complicado asumir, ya no digo entender, como algunos siguen militando en esas filas del desatino dando pábulo a los que siguen campando a sus anchas absolutamente inmersos en una situación de complejidad legal de esas que, serán estudiadas en Universidades y centros de conocimiento especializados en psicología, ciencia política, sociología, derecho, y por qué no, psiquiatría; ya que el peligro que engendran al dejar de lado la cada vez más dura realidad de la cotidianidad catalana, no es cuestión baladí. Pero a ellos inmiscuidos en esa quimera fruto de política ficción, parece importarles un bledo.
Pues este día a día al que algún día aterrizarán desde esa galaxia virtual-esquizofrénica y lejana es el que protagoniza la mayoría de la ciudadanía, y que se les está haciendo cada vez más cuesta arriba por el entorno hostil, por las empresas que cierran, por el aumento del paro en números escandalosos, y por la complicada fractura social.
Pero ¡claro!, esto parece ser insignificante para el tropel que pretende disfrazar la realidad en el delirio colectivo independentista-separatista que mora en sus mentes esclavizadas a lo largo de estos últimos 38 años por una propaganda al más puro sentido “goebblelsiano”, y en la de los insensatos dirigentes que, utilizan su mundo irreal cual traje a medida. Sinceramente no sé cómo les han permitido a lo largo de casi cuatro décadas llegar hasta aquí.
Porque cuando hay un corte a primera vista importante, lo primero que hay que hacer es un torniquete para que el cuerpo no se desangre; cosa distinta es, a posteriori la valoración del mismo y ver si ese objeto de una cirugía. Lo mismo ocurre con la detección de patologías infeccionas, una vez detectadas, deben de tener su correspondiente tratamiento para no infectar al resto del organismo. Pues aquí es igual, aunque la enfermedad sea social, no física.
Yo soy de los que confía que esa psicosis colectiva aun la podemos tratar, aunque no será fácil estando inmersos en la era digital, en donde elementos contagiosos cuya finalidad es confundir y/o engañar, se hacen a través de las mentes, previamente alienadas que hoy moran en el submundo de las alcantarillas de las Redes Sociales, además de en los albañales de la sociedad. Y los focos son, a veces complicados de detectar.
Y la política ficción sigue atacando desde todos los flancos, desde abajo, tal y como he explicado hace un momento, pero es que los de arriba no se están quedando atrás.
Esta misma semana he oído y leído que, si estos insensatos llegan al gobierno de Cataluña van a crear una república digital; es más el viernes el peor de todos anunció desde Bruselas una web bajo el nombre “Gobierno de la República”, que usa el logotipo de la Generalitat.
Pues les confieso que a mí no me sorprende ni me suena a nuevo, ya que siendo presidente de Cataluña Artur Más, viajaba con frecuencia a Estonia para mantener contactos al más alto nivel; poniendo a posteriori, a trabajar a sus huestes en lo que debería ser el modelo digital de gobierno para Cataluña.
Efectivamente, la república báltica de Estonia se ha convertido en el modelo a seguir por los independentistas catalanes no sólo por su ruptura con la URSS en 1991 sino por su consolidación como el país más avanzado del mundo en gobernanza digital, para lo que emplea la tecnología blockchain; y los líderes del proceso de independencia catalán pusieron sus ojos, desde el principio, en ese modelo tecnológico para que fuese la base sobre la cual crear su nuevo Estado, teniendo en cuenta que es “inatacable”, para utilizar un sustantivo que todos entendamos.
Como pueden ver, el delirante de Puigdemont y demás “familia” son capaces de todo por seguir ostentando el poder del caos. Les sirve cualquier cosa, cualquier tecnología y cualquier treta para vender como veraz esa “su república virtual”, que tiene que ver más con un país imaginario de los que se interactúa en la “playstation”, que con estado estonio.
Pues nada, sumemos y sigamos con otra dosis de ciber espacio.
Yo más de una vez, no sé ustedes, me he preguntado por qué para conducir un utilitario, o cualquier otro vehículo colectivo se necesitan exámenes psicotécnicos y para “conducir” a un pueblo no. Habría que profundizar sobre esto, y no es una de mis frases sarcásticas, se lo digo totalmente convencida, de la misma manera que, (y para seguir con símiles de conducción), lo que tampoco me cabe en la cabeza, es por qué no les han frenado antes .
Sea como sea hasta aquí hemos llegado a través de mentes enfermizas capaz de construir multiversos, y que, en vez de servir a su pueblo, a la realidad jurídica, económica, social y política desde un puesto de responsabilidad pública; se dedican a inventar, confundir, mentir y a engañar, sólo para el beneficio propio, y haciendo política ficción.
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