EL DISCURSO DEL REY, artículo publicado en Diario de Pontevedra el día 28 de diciembre de 2014
Todos los 24 de diciembre viene siendo tradicional el mensaje del rey a todos los españoles, y el de este año no podía ser menos...aunque el de este año no era un mero mensaje, fue más que eso, quizá algo así como " EL DISCURSO DE EL REY”.
El sofista Gorgias de Leontinos (al que Platón admiraba y dedicó una de sus obras sobre la retórica), escribía en un fragmento de Encomio lo siguiente, dejando así patente el poder de un discurso, del poder de qué se dice y cómo se dice : “ El poder de la palabra para la disposición del alma es análoga a la función de los fármacos en la naturaleza de los cuerpos... algunos quitan la enfermedad y otros la vida, como los discursos; unos entristecen,otros alegran, otros aterrorizan, otros aun infunden valor a los oyentes y finalmente otros embrujan y envenenan el alma con ideas perversas”.
Ni voy a dar una disertación sobre los sofistas ni les voy a hablar de la película, mejor dicho del peliculón (a mi juicio) que bajo el título “El discurso del rey” dirigía Tom Hooper , y protagonizaba Colin Firth en donde daba vida a Jorge VI (padre de la actual reina Isabel II de Inglaterra) ; pero si la cito porque hay cosas muy similares en los dos discursos, discursos de Rey. Veamos.
El de Jorge VI tenía su epicentro en un momento crucial de la Historia como fue la declaración de guerra de la Alemania nazi a Inglaterra ; declaración que recibió respuesta con aquel ya famoso discurso y del cual podemos rescatar frases insignes como “For the second time in the lives of most of us we are at war”... ( por segunda vez en nuestras vidas, la mayoría de nosotros vive una guerra).
Pues esta que les escribe, tal y como manda la tradición, el día 24 de diciembre y antes de cenar acompañada de mi familia, permaneció delante de la televisión atenta durante los 12 minutos y 38 segundos que duró la intervención, y la sensación que tuve es que este primer discurso navideño de Felipe VI llegaba con grandes expectativas, expectativas que, a mi juicio no cumplió (eso es lo que pasa cuando esperamos demasiado, aunque el resultado posterior también sea bueno) y de lo que iba a ser distó mucho de lo que realmente resultó ser... . No soy yo de hacer comparaciones, son odiosas pero, este mensaje navideño se ha quedado muy lejos del que pronunció en el Congreso el día de su proclamación.
De aquel primer discurso, cuando se dirigía a los representantes de pueblo español y tras haber jurado su cargo, fue más de Felipe VI, en esencia como él es; meditado, trabajado, muy personal y reflexivo; saltando ideas y planteamientos brillantes, como imágenes y experiencias de vida y trabajo que saltan de una parte a otra de la estructura del mismo, y lo hacen sin tanto maquillaje y preparación como en la que en este se notaba...como decía antes este no era tanto el discurso de Felipe , este día, el de Noche Buena... fue más...el Discurso del Rey.
Felipe VI inició su intervención con un planteamiento decidido y una declaración de guerra contra la corrupción, como Jorge VI cuando declaró la guerra a la Alemania Nazi, y lo hacía con palabras como “indignación y desencanto”, reclamando una verdadera regeneración de la vida colectiva y proclamando que la lucha contra este mal debe ser y es un objetivo irrenunciable.
Tampoco es baladí la elección de los asuntos que abordó, ya que coincide con los problemas más graves que padece España en estos momentos y son los que más preocupan a la gente: la corrupción; la imperiosa necesidad de regeneración de la vida democrática; la situación económica, la crisis y falta de trabajo; por otro lado no quiso olvidar del tema de Cataluña ante el cual le tendió una mano diciendo que hay que defender la unidad desde la pluralidad y que todos somos necesarios.
Casualidad en la pronunciación de una palabras clave en varias ocasiones, como si de un conjuro se tratase? … regeneración, empleo e unidad, casualidades? Son estas las palabras que más han salido en encuestas del CIS en estos últimos meses... pues, ¡bien hecho señor!, porque realmente lo que reflejan estas encuestas públicas y bien hechas es lo que la gente quiere, mejor dicho, lo que los españoles necesitan.
Terminar saludando en todas las lenguas del Estado español, también ha sido otro buen guiño; pero como decía Gorgias de Leontinos, si la importancia de un discurso es el qué y el cómo se dice, no lo es menos en dónde y, no me cabe la menor duda que si hubiese vivido hoy entre nosotros, en esta época tecnológica y de gran importancia de la imagen...el hubiese hecho un tratado sobre ésto.
Y sobre ésto, ”el dónde” Felipe VI se ha asesorado concienzudamente por su equipo de comunicación y, no me cabe la menor duda, que por la más estrecha colaboradora y experta en comunicación, la reina consorte Letizia.
Se ha jugado con distintos cambios, algunos estupendos pero otros, a mi juicio no muy acertados , como la colocación de la bandera de España en una esquina muy lejos del tiro de cámara, al lado de la foto se Felipe VI con sus padres... como en un “si juntos pero no revueltos”... y la colocación del MISTERIO en esa la misma mesita fuera del radio de acción más próximo... la verdad... no me ha gustado mucho aunque, es una apreciación personal. Pero hay que ser consecuente y hay que saber que la denominación histórica del título de los Reyes de España, SS.MM Católicas...de ahí también el privilegio de blanco (o le privilège du blanc) de las reinas españolas (por católicas) cuando visitan al Papa, ¿entonces? .
Por otro lado, me pareció muy acertado el lugar escogido. Un rincón más parecido al de cualquiera de nuestras casas y fuera de solemnidades de despachos de trabajo. Más parecido a cualquiera de esos ambientes que hoy creamos al volver de una gran cadena de muebles y artículos para el hogar declarándolo “la república independiente de nuestra casa”, cercano, acogedor, familiar y con en tonos claros; un árbol de luces detrás el ventanal donde se sentó y lo hizo en una butaca sin mesa delante, cercano ; y con un lenguaje claro y directo, eso sí muy trabajado desde el punto de vista corporal, de signos y de entonación.
Majestad!, señor!, me quedo además de con todo ésto con el epílogo donde destiló esperanza.
La esperanza que corresponde a un Monarca que acaba de llegar, con ganas de afrontar retos y que espera que el país prospere y florezca con él. Una esperanza muy similar a la que todos los españoles nos queremos aferrar.
Como decía Jorge VI en su discurso a la nación británica,“pueden haber días oscuros por delante, y la guerra ya no se limitará al campo de batalla. Pero sólo podemos hacer lo correcto, como vemos lo justo, y con reverencia comprometer nuestra causa ...Si todos y cada uno nos mantenemos firmemente fiel a ella, listos para cualquier servicio o sacrificio que se pueda exigir, entonces, prevaleceremos....
Este regalo sin duda será uno de los que yo le pida a los Reyes Magos que ya se están acercando, que no nos falte la ilusión ni la esperanza e unión , las mismas que pidieron Jorge VI en 1939 y Felipe VI en 2014, ambos a través del DISCURSO DEL REY.




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