"¡GANAMOS TOD@S!", artículo publicado en Diario de Pontevedra el 15 de Diciembre de 2019
Soy
de las personas que me encanta leer en papel, ya que el olor y el sentir pasar
las páginas es un lujo que me empapa de contacto con el alma de la escritura.
Me
cuesta entender a todas aquellas personas que prefieren una obra digitalizada,
porque para mí no es lo mismo, quizá sea una romántica… Por ello nunca dejaré
de comprar libros y periódicos, porque disfruto absolutamente de esa cercanía
que me da, el ya citado papel con la persona que escribió… ¡Me siento
partícipe!, y eso me convierte en otro actor más del relato que emiten esas
letras, que es mucho más de lo que se lee... ¡Os lo aseguro!
Lo
mismo me ocurre cuando voy a comprar; porque soy consciente que cuando las
tiendas de toda la vida trataron de sobreponerse a la competencia de las
grandes superficies, las plataformas de venta digital les asestan un nuevo
golpe. Es necesario dar con fórmulas que garanticen su pervivencia; y la más
fácil está en nuestras manos, y no es otra que la de efectuar nuestras compras
en los establecimientos de siempre.
Bien
es cierto, caso contrario mentiría, que a veces y por la complejidad o
exclusividad de lo que necesito, utilizo el comercio electrónico, pero solo lo
hago en ocasiones contadas, ya que prefiero comprar en el comercio de mi ciudad,
en donde me siento como en casa.
Y
no es una expresión de “bienqueda”, ya que como muchos de ustedes saben yo tuve
una boutique en esta “Boa Vila”, y me encantaba que la gente viniese a comprar
a mi tienda; pues de la misma manera que yo lo agradecía, a las personas que
están al frente de un pequeño comercio les encanta que vayamos a comprar a sus
negocios porque para eso abren sus puertas cada mañana, y no sin pequeños ni
pocos sacrificios. Y al mismo tiempo admiro a todas esas personas que en estos
días emprenden, comprometiéndose con la ciudad y con sus vecinos.
Les
cuento un ejemplo que le puede pasar a cualquiera. Hace unos días, tenía que
comprar zapatillas de casa para mi sobrino que venía a pasar unos días; y
¡claro, cómo no, tenían que ser de “Spiderman”!. Las pude haber comprado a
través de Internet porque llegan “ipso facto”, pero preferí acercarme a las
Galerías Oliva, y en una “zapatillería” de referencia en Pontevedra, que ahora también
tiene su otra tienda para niños, y allí las conseguí.
No
niego haber adquirido alguna cosa en las tiendas de las multinacionales de “la
milla de oro” o calle Benito Corbal, pero el poder entrar en las tiendas “de
siempre” y en las de los “nuevos emprendedores”, me encandila; porque a sus
dueños o dueñas les conozco, y lo más importante de todo es que me conocen y
saben a ciencia cierta, aun antes de decidirme, qué es lo que me gusta o puedo
necesitar. Y si no lo tienen en ese momento, me lo consiguen, y siempre con un
cariño y dedicación, como el que yo recuerdo para con mis clientes y clientas.
¡Y me encanta!
Comprar
en los supermercados de la calle correspondiente, lo hacemos todos; pero no me
nieguen ustedes el lujo de bajar al Mercado de Abastos y pasear por sus
puestos, en dónde cada persona que lo rige, disfruta tanto o más que nosotros
al ofrecernos sus exquisitas mercancías.
Al
hilo de lo que les cuento, les confieso que la campaña hecha desde el
Ayuntamiento (para que vean que no todo son críticas domingo a domingo), ya me
produce una sensación especial, ya que el poner nombre a las caras de todas y
cada una de las personas que madrugan como nadie, para conseguir el género que
nos ofrecerán a lo largo del día en la Plaza de Abastos,
es un reconocimiento a su sacrificio diario. Quizá habría que ampliarla al
resto de los comerciantes de nuestra ciudad; es una idea que lanzo.
Y
como es lógico y normal, las distintas administraciones como la Xunta, y el
ayuntamiento se vuelcan en las ciudades para promocionar el comercio de
cercanía, y eso me parece un gran acierto, porque al final quienes se
benefician son nuestros comerciantes y nosotros mismos, haciendo que la
economía local fluya, se mantenga y se enriquezca la ciudad.
Estas
fechas de Navidad son tiempo concreto para muchas compras, a las que nos animan
las luces, los villancicos y la algarabía por las calles animadas con diversas
atracciones para los más pequeños; en especial las que van parejas a la
promoción de nuestro comercio en las zonas de mayor despliegue de tiendas.
Así
y al tiempo que sus mayores hacen las compras, los pequeños podrán disfrutar de
todas esas actividades; Pontexogos en la Plaza de España, en dónde el acceso a
las cuales es tan sencillo como el de facilitar los tickets de compra en todo
tipo de tiendas del comercio local; y además, también podrán disfrutar de las
programadas en las Galerías Oliva, las cuales se disfrutan a través de los
tickets de compra de los establecimientos que hay en las mismas.
Pues
desde aquí a todos les animo a comprar en las tiendas de siempre, pero no
solamente en Navidad, porque para nuestros pequeños empresarios de Pontevedra,
la Navidad debería de ser todo el año.
Deberíamos
reconducir nuestros hábitos de compras, y así tener una dinámica a diario que
nos lleve a buscar todo lo que necesitamos en los establecimientos más
cercanos, porque, sinceramente, ganan ellos, gana la ciudad y a fin de cuentas,
¡GANAMOS TOD@S!
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