EN EL NOMBRE DE DIOS, artículo publicado en el Diario de Pontevedra el día 28 de junio de 2015

¡En el nombre de Dios no se mata !.

Los actos absolutamente condenables y abominables que han ocurrido este pasado viernes en Francia, Túnez y Kuwait, no hacen sino sumar muertes humanas que constituyen una barbarie, que suma y sigue, a las atrocidades y genocidios practicados en Siria, Irak, en Somalia ...

Al principio Al Qaeda, ahora a la par, Boko Haram y el gran gigante que sigue creciendo cuan Saturno devorando a sus hijos, Estado Islámico. Asesinatos de civiles a miles, y ser cristiano en esos territorios parece ser hijo de un dios menor. Terrorífico.

Esto no es nuevo aunque lo parezca, lo que ocurre es que ya se están acercando, o es que ¿hemos olvidado la decapitación de aquel militar en Londres, los atentados en Bruselas o la masacre de Charlie Hebdo?, los cito por estar recientes y en Europa, sin olvidar los atentados de las Torres Gemelas, que causaron un antes y un después en la Historia.

Cuando yo estudiaba Relaciones Internacionales, allá por finales de los ochenta, me había impactado de manera importante, el asesinato del embajador de España en el Líbano. En 1989 era asesinado Don Pedro de Arístegui, padre de Gonzalo de Arístegui, también diplomático, hoy embajador en la India y que tan buen trabajo desarrolló tras el terremoto del Tíbet. Como siempre, por donde pasa, su gestión es inmaculada.

El gran Gonzalo, experto y conocedor del terrorismo yhadista publicaba en 2005, LA YIHAD EN ESPAÑA: LA OBSESION POR RECONQUISTAR AL-ANDALUS, (yo estuve presente en la presentación de su libro  en el club Siglo XXI en Madrid ), allí describía una realidad sobre el peligro que nos acechaba.

Dos años más tarde, en 2007, el periodista Alfonso Merlos, presentó la primera tesis doctoral sobre el terrorismo yihadista. Tras defender sus postulados y reunido con un elenco de especialistas civiles y militares sobre el tema del terrorismo, el viernes noche reconoció en 13 TV, que aún entonces le seguían haciendo hincapié en que el verdadero problema del terrorismo en España era ETA, cuando realmente él, les estaba fundamentando una hipótesis real sobre las “franquicias” creadas a partir, de la entonces conocida Al Qaeda; y hago referencia ahora, a palabras del comandante Aznar, Capitán de Fragata especialista en terrorismo islámico, que han pasado de tres antes de los atentados de Las Torres Gemelas, a las 60 actuales.

Mientras tanto, utilizo las palabras dichas hace unos días por mi admirado y querido amigo Bieito Rubido director de ABC, “Europa y Occidente lleva mucho tiempo mirando hacia otro lado”, a las cuales, y desde la humildad pero con conocimiento del tema, añado que estemos alerta y vigilemos la existencia, incluso dentro de nuestras fronteras de células terroristas de este cariz,y la necesidad de tomar conciencia del problema y su magnitud.

Vuelvo a hacer referencia a la vasta, profunda y real literatura, más qué contrastada por las vivencias en primera persona y la investigación de Gonzalo de Arístegui en su citado libro, que la ideología islamista radical se extiende como una mancha de aceite y España constituye una de sus obsesiones. Reconquistar y reislamizar Al-Ándalus no es sólo un mito, un proyecto utópico, sino un verdadero objetivo por el que lucha con fuerza el terrorismo yihadista.

Desde la ternura personal al observar las caras de esos cientos de personas que abordan nuestras costas en patera, balsas, cayucos y demás embarcaciones en busca de una vida mejor; desde la obligación de ayudar a estas gentes que vienen de países en conflicto, desde Oriente Próximo, África y África Subsahariana; reclamo un mayor control, ya que, podrían llegar, en medio de los más desesperados, los lobos con piel de cordero.

Permanezcamos atentos, y nunca dejemos de defender, admirar y alabar, la labor de nuestro Ejército Español, nuestras Fuerzas Armadas desplegadas en esos países, Irak, Afganistan, Líbano…etc. Me duele escuchar y leer afirmaciones de algún que otro indocumentado representante público, que apela a la obsesión en vez de hacerlo por ideas con consistencia, pidiendo la disolución de nuestros Guardianes de la Paz, nuestras Fuerzas Armadas.

Soldados y Oficiales, hoy más que nunca os necesitamos. Gobernantes, sigan estando con ellos, pues son nuestro más preciado tesoro que tenemos que cuidar y mimar, para que ellos nos sigan guardando, y ayudando, aun sabiendo que pueden dejar su vida por lo que creen y defienden, la paz y la libertad allí donde más lo necesitan. Tenemos que estar orgullosos de ellos y apoyarlos incondicionalmente, son un gran ejemplo a reconocer y seguir, absolutamente encomiable.

Y a los que están iniciando un genocidio, de igual o peor magnitud que el de las tropas nacionalsocialistas, stalinistas o mahoístas de una oscura época de la humanidad,, yo les pido, desde mi humilde posición y de corazón que piensen en sus hijos...

¡En el Nombre de Dios no se mata!, ¡en el Nombre de Dios, dejen de matar!