ESPAÑA, PAIS MARAVILLOSO artículo publicado en Diario de Pontevedra el 31 de julio de 2016
Estamos
inmersos en el devenir del siglo XXI, pero de un tiempo que dista mucho de
aquel que aventuraban las series de televisión que yo veía de pequeña. En
muchas de ellas, se vislumbraba este nuestro siglo actual como un siglo novedoso,
completamente inmerso en avances científicos y sociales que nos harían la vida
más fácil.
Pues he
aquí el tema de nuestro tiempo, absolutamente distinto y muy lejos del orden
atisbado. Hoy nos encontramos sometidos a un caos que se palpa y se huele en
cada acontecimiento que da forma, a mi juicio desacertado, a este momento de la
historia.
Creí que
este domingo podría dar mi opinión felicitando a todos los líderes políticos
responsables en allanar el camino a la conformación de un nuevo ejecutivo apoyando
la investidura del Presidente de Gobierno de España, pero me equivoqué, no es
así.
En un país
maravilloso como es España, está visto que involucionamos en vez de
evolucionar.
En un país
maravilloso como España, algunos se rasgan las vestiduras por enviar animales a
morir con un sufrimiento incalculable, no seré yo quien diga lo contrario, pero
de la misma manera, algunos parecen estar más cerca de aquellos salvajes
romanos que esperaban con gozo el linchamiento del gladiador en el circo; de
los verdugos medievales que, jaleados por una ciudadanía sin pudor esperaban
con inquietud y júbilo el escarnio público de cualquier inocente; de aquellos
que esperaban con impaciente excitación la quema de alguna mujer sin culpa en
la hoguera.
En un país
maravilloso como España, es triste que los líderes de las fuerzas políticas más
votadas y que son los responsables de dar solución a este impasse
institucional, estén más empecinados ante una inminente y encarnizada
celebración de la sesión de investidura de un candidato que parece no tener los
apoyos suficientes, para así ensañarse hasta la saciedad con él; que en tomarse
en serio la solución a este problema que nos está dejando a la altura del betún
ante los países más avanzados de nuestro entorno, además de con nuestros socio
europeos. Señores del tridente, espabilen de una vez y demuestren su
talla política, moral y personal, ya que les guste o no les guste, Mariano
Rajoy ha sido el candidato preferido y
más votado en las dos elecciones generales consecutivas en seis meses.
En un país
maravilloso como en España, ejemplar por muchísimas cosas y hechos históricos,
aquellos a los que le corresponde ejercer potestas, deberían estar más
preocupados por tener ya un Presidente del Gobierno refrendado por las urnas,
que seguir dando la negativa por respuesta a su investidura como tal. Es
indispensable para nuestro país seguir en la senda del trabajo y del esfuerzo,
y hacerlo con un gobierno sólido y respetado como el que hemos tenido hasta
ahora; y a los hechos me remito, la última consecuencia con el resultado de la
Encuesta de Población Activa, la tan traída y llevada EPA, que el día 28 de
julio nos mostraba de nuevo un descenso del paro con cifras que no se veían
desde hace seis años.
Pero en un
país como España, vemos que siguen existiendo personas que se empecinan en el
¡no porque no!, más parecido al mantra
de unos padres trasnochados; o a la posición sin lugar para los necios que se
jactan de la posesión de su verdad absoluta.
Esta semana
finalizaba la ronda de conversaciones de Su Majestad el Rey con los
representantes de los grupos y fuerzas políticas en el Congreso de los
Diputados, y aunque el candidato propuesto es el más votado por la ciudadanía,
estamos de nuevo en un momento cero. La cosa no pinta bien.
En un país
maravilloso como España, con la sensatez que estoy convencida que nos
caracteriza a sus gentes, la espero en aquellos que tienen en su mano el dar el
apoyo al líder reconocido con el mayor número de votos por las urnas para que
forme gobierno. Señores del tridente a la cabeza, tomen conciencia de la
importancia y la trascendencia de la situación
del país al que representan y den su plácet
para ello.
Dejen ya de
teatralizar en cada una de sus intervenciones, porque está claro que en los
grandes asuntos de Estado, de puertas hacia dentro y de puertas hacia afuera,
ustedes están en su mayoría de acuerdo; para muestra lo que ha ocurrido estas
semanas.
Los
españoles tenemos que permanecer unidos frente a la barbarie yihadista;
tenemos que mostrar unidad ante los que pretenden romper España porque sí;
tenemos que cumplir los plazos que nos marca la Unión Europea, por ejemplo en
temas presupuestarios, y tenemos que seguir trabajando para la recuperación
económica y por ende social de este país maravilloso llamado España. Para ello,
necesitamos un Gobierno ya.
Bien es
cierto que gobernar no es fácil, y que nunca llueve a gusto de todos, pero la
verdad es que visto lo visto, y aun reconociendo sus más y sus menos, sus
aciertos y sus desaciertos, con el Gobierno de Mariano Rajoy , a los españoles no
nos ha ido tan mal. Es mi humilde opinión.
Decía
Goethe, “… Ladran con fuerza…Quisieran
los perros del potrero por siempre acompañarnos, pero sus estridentes ladridos
sólo son señal de que cabalgamos”; así que le pido desde aquí a los del tridente,
señores Iglesias, Rivera y Sánchez (los cito en orden alfabético para no
inducir a equívoco), que procuren entrar en razón, y en breve den la
oportunidad de gobernar a la persona que ha sido designada por las urnas y
propuesta por su Majestad el Rey. Dejen que Mariano Rajoy sea investido
candidato en este país maravilloso que es España.
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