"A LAS CINCO DE LA TARDE", artículo publicado en Diario de Pontevedra el 29 de octubre de 2017
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“A las cinco de la tarde. Eran las cinco en punto de la tarde (…) Una espuerta de cal ya prevenida (…) Lo demás era muerte y sólo muerte (…) Y un muslo con una asta desolada (…) En las esquinas grupos de silencio (…) ¡Y el toro solo corazón arriba! (…) Cuando el sudor de nieve fue llegando (…) la muerte puso huevos en la herida (…) El toro ya mugía por su frente (…) A lo lejos ya viene la gangrena (…) Las heridas quemaban como soles (…) y el gentío rompía las ventanas (…) A las cinco de la tarde. ¡Ay, qué terribles cinco de la tarde! ¡Eran las cinco en todos los relojes! ¡Eran las cinco en sombra de la tarde! He aquí un magno poema del irrepetible y maravilloso Federico García Lorca, en donde describe con cruda tristeza la muerte de su amigo el torero Ignacio Sánchez Mejías; toda una oda al frugal instante de la cogida y de la muerte, a la sangre derramada, al cuerpo presente y al alma ausente. Así el lírico intenta explicar la confusión del momento, la cogida, la cornada, la ...