"¡TODOS CON EL PRESIDENTE!", artículo publicado en Diario de Pontevedra el 8 de septiembre de 2019

De nuevo el Partido Popular de Galicia se reunía ayer en ese lugar emblemático del extinto término municipal de Cerdedo, hoy parte del recientemente creado ayuntamiento de Cerdedo-Cotobade, en la “Carballeira de San Xusto”. En esas mismas tierras que vieron crecer a Jorge Cubela, (el mismo que en su día fue el alcalde más joven de España, y que  continua en posesión del bastón de mando desde que llegara a la dirección del consistorio en 2011 entonces Cotobade), que de nuevo ejerce de anfitrión en ese lugar mágico que recibe, desde hace 4 años, el inicio del curso político de los populares gallegos.

 

Ayer lleno total, y no era para menos; ya que independientemente del partido en el que uno milite o del que simpatice, lo que sí hay que reconocer es que el presidente del PPdG, Alberto Núñez Feijóo, ¡une a los suyos!; cuestión de excepción ésta de los populares gallegos, en tiempos convulsos de “cambios de chaqueta” y abandonos partidarios; para muestra, lo acontecido en el seno de “En marea” esta semana en el Parlamento de Galicia.

Este es el sello de Feijóo, ser el primero en dar ejemplo de austeridad y buen gobierno, tanto en la “cosa pública” como puertas adentro en su partido; y aun con sus aciertos y desaciertos, (es humano y negarlo sería de necios), nunca se ha salido de la línea que marcó recién llegado a la presidencia de los populares gallegos en 2006, y eso ocurre muy pocas veces en política, exactamente igual que el respeto que por ello, se ha ganado entre muchos de sus contrincantes políticos, y el apoyo incondicional de los suyos. Y no era fácil, ya que la persona que le antecedió en ambas lides, Manuel Fraga, dejo un sello y un trabajo difícil de mejorar.

 

Pero aquel chaval tímido de “Os Peares” que llegaba a estudiar Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela, está demostrando un liderazgo sin parangón; dejando atrás el perfil tecnócrata que algunos le llegaban a “espetar” a modo de insulto, en sus inicios; y quizá debido a su condición de funcionario del Cuerpo Superior de la Administración General de la Xunta de Galicia, en donde desarrolló sus primeras habilidades directivas antes de dar el salto a la Administración General del Estado, ostentando la dirección en varios entes, como el Insalud y Correos y Telégrafos.

Pero una cuestión era el implementar esos encargos directivos y técnicos, y otra el  papel de tinte más político al que accedía aquel 18 de enero de 2003 cuando Manuel Fraga le nombraba Conselleiro de Política Territorial, Obras Públicas y Vivienda; deber que compatibilizó al poco tiempo con la responsabilidad de ser el Vicepresidente 1º de la Xunta, concretamente el 10 de septiembre de 2004, el mismo día que Feijóo cumplía 43 años.

Su capacidad de liderazgo iba “in crescendo”, al tiempo que afloraba su habilidad portentosa para conformar y dinamizar equipos; pero no sería hasta enero de 2006 cuando todo el peso de la responsabilidad de dirigir los destinos del PPdG fueron suyos, y a partir de ahí se convierte en presidente de los populares gallegos, al tiempo de desarrollar la labor de portavoz de la oposición en el Parlamento de Galicia (aun siendo la fuerza más votada en las elecciones autonómicas de 2005).

 

Así y tras tres mayorías absolutas se erige como el líder autonómico indiscutible del Partido Popular en España, ya que es un ejemplo a seguir en muchas cosas; y en una muy especial por la cual es admirado por sus homólogos en las distintas comunidades autónomas (me consta), el conseguir el difícil reto de afianzar un galleguismo compatible con el nacionalismo moderado.


Pues a los populares gallegos con su presidente a la cabeza les queda un año de duro y arduo trabajo, ya que tras el verano de 2020 comienza la carrera para revalidar su cuarta mayoría absoluta al frente de la Xunta; así se lo pedía ayer el presidente popular Pablo Casado cuando en varias ocasiones se dirigió a él diciéndole “Galicia te necesita”; y lo hacía ante los más de mil asistentes a la inauguración del curso político de los populares gallegos en donde Alberto Núñez Feijóo dejó manifiesto, de nuevo, su compromiso con Galicia, “porque sí  hay certezas y proyecto; sí hay un gobierno centrado en los problemas de la gente; sí nos ponemos metas: una Galicia más verde, familiar, joven e innovadora. Galicia Calidade”; así lo expresaba el mismo en un momento de su intervención.

 

Feijóo contagió a los asistentes el optimismo, la ilusión y las ganas como si fuese  aquella primera vez que se presentaba ante los suyos, y créanme que no debe ser nada fácil, ya que el poder llegar a una meta puede ser complicado, pero mantenerse y a este nivel, a mí, sinceramente me parece dificilísimo, ¡pero ahí lo tienen!

 

A la cita en “San Xusto” no faltaron los de ahora, ni los recién llegados, ni los de antes, y mucho menos los de siempre. Y de nuevo, y por segunda vez consecutiva, Pablo Casado no quiso perdérselo, y esta vez lo hacía acompañado de Ana  Beltrán, la número 3 del partido a nivel nacional y ex presidenta de los populares navarros; porque a fin de cuentas, departir con Feijóo, no es cosa cualquiera.

Recuerdo una frase que alguien me dijo una vez; “Carballeira do San Xusto, carballeira enramada. ¡Ao pé dous teus cen carballos, plantei a miña palabra!”; y quizá por ejemplificar Feijóo en su proceder esa máxima, allí estaban ayer todos con el Presidente.