DESESTACIONALIZAR LA SOLIDARIDAD, artículo publicado en Diario de Pontevedra el día 20 de diciembre de 2014

Es conocido en la sociedad aquel sentimiento o valor, a través del cual las personas se sienten y reconocen unidas y comparten intereses, ideales, obligaciones conformando quizá la piedra angular sobre la que pivota la ética moderna, eso es SOLIDARIDAD.

No en vano, Lechj Walesa utilizó esa denominación para aquel sindicato que revolucionó y dio los primeros pasos a lo que sería una de la grandes transformaciones de la historia política del siglo XX.

Solidaridad, igual a unión lazos, cooperación, ayuda mutua...algo que, especialmente se vive año tras año en estos últimos días del mes de diciembre.

¡Pues sí, estimados amigos, ya estamos de nuevo en tiempo de Navidad, tiempo de solidaridad!

Estamos en un tiempo de “nacimiento”, en un tiempo en donde, cobra especial significado un nuevo comienzo un “volver” para empezar de nuevo y mejor.

En tiempo de familia, de amigos de Belenes, de árboles adornados, de Papá Nöel, de Reyes Magos de luces de colores, de música en las calles, de villancicos, de un ir y venir de gente abrigada y caras sonrientes, de encuentros de emociones!!, ¡pues sí, estimados amigos, ya estamos de nuevo en tiempo de Navidad!.

Tiempo de regalos de excesos gastronómicos y, parece mentira que en estos ya consolidados albores del Tercer Milenio, aun existan personas que ni siquiera saben que es o que estamos en Navidad.

Es curioso, a la vez que muy bonito,que en una época en la que los valores no imperan, sean tan y tan variadas las acciones encaminadas a ayudar a los que más lo necesitan.

Todas esas iniciativas de ayuda, de apoyo…¡vamos! De la palabra de moda “solidaridad”, no merecen menos que, desde mi humilde posición, gratitud, aplauso y reconocimiento; y de ahí hacia arriba todos los halagos y las gracias porque hay mucha gente que lo necesita.

Una que ya va cumpliendo años y acercándose a la cincuentena (y que Dios me permita eso y mucho más), recuerda con mucha gratitud una iniciativa de alcance mundial allá por los comienzos de los ochenta.

Midge Ure (ULTRAVOX) y el actual Sir Bob Geldof , dieron vida y forma a una idea que se materializaría bajo una marca de tiritas muy conocida en el Reino Unido y que resultó ser una unión musical alngloirlandesa en la que participaron artistas y grupos pop de lo más variado de la época, U2, Paul Young, Durán Durán, Status Quo, Spandau Ballet,  Sting,  Boy George, Bananarama, Wham, Phil Collins...entre otros, y el mundo la conoció bajo el nombre de Band Aid y su tema musical recaudatorio, entonces para intentar paliar la hambruna en Etiopía fue, Do they Know it´s Christmas? O lo que es es lo mismo, Saben ellos que estamos en Navidad?.Las iniciativas solidarias no eran nuevas pero ésta, marcó un antes y un después por su alcance mundial.

Esta acción de ayuda hacia los qué mas los necesitan, también nos servía de base en los distintos cuentos de Navidad, cuando ni se utilizaba esa “cuasi-mágica” palabra…SOLIDARIDAD.

Quién no recuerda, por ejemplo, “La pequeña vendedora de fósforos”, o cualquiera de esas series de televisión de sobremesa bajo título “historia o cuento de Navidad”, quién no recuerda “Love Actually”!!!?, la verdad cada uno en su estilo, claro está pero con una misma temática de fondo y la intención de ese mismo final feliz.

Pues si es eso lo que realmente queremos, que la gente sea feliz, no deberíamos de concentrar todas esas iniciativas en Navidad, porque los problemas de la gente que se encuentra en una situación complicada desde el punto de vista económico, de salud o personal, existen o subsisten los 365 o 366 (si es bisiesto) días del año, y además si todas esas buenas intenciones materializadas se canalizasen bajo una misma vía, la eficacia, la eficiencia y la efectividad darían mejores frutos y la ayuda podría llegar a mucha más gente necesitada.

Me viene a la mente la recogida masiva de productos de primera necesidad capitaneada por el Banco de Alimentos que, tuvo su punto álgido en el último fin de semana de noviembre. Publicitado, organizado y coordinado (que es casi lo más importante), ya que el trabajo comienza después, una vez que llegan las toneladas de productos a los almacenes para ser distribuidos.

Y aunque no sea yo quien juzgue a nadie, lo que si no me parece de recibo son esas otras “iniciativas” capitaneadas por una persona o personas con foto y referencia de recoger “alimentos y aportaciones” en sus distintos negocios que sirvan de reclamo “publicitario” para consumir en este tiempo de solidaridad.

Si alguien quiere ayudar de esa forma tan desinteresada y a una causa muy cercana, el abanico de posibilidades es amplísimo. Es más, la mayoría de ellas se hacen de forma anónima, en colaboración con la familia y/o el grupo de amigos , compañeros de trabajo etc...,  sin publicidad ni buenismos que, dicho por adelantado cualquier intención es de agradecer .

Después pasan estos días, y se quedan almacenados juguetes, comida, ropa …y  sobre todo intenciones; y se quedan durmiendo el sueño de los justos en distintas dependencias, y la gente sigue con necesidad, y más todavía si cabe.

Quizás la que escribe os pueda parecer un poco soberbia o borde, pero entendedme bien, ni es mi estilo ni mi intención, lo que quiero dejar constancia es de mi malestar cuando se juega con esa parte buena que tenemos casi todos, y cuando se aprovechan de la voluntad de colaboración y servicio que el ser humano tiene y sobre todo en esta época para, a través de ello, buscar algo más que “solidaridad”.

Tomemos conciencia, hagamos como Sir Geldoff y su gente. En aquella “banda solidaria”, todos los grupos de música pop más importantes se unieron bajo un mismo nombre, abandonando el de cada uno de ellos para bautizarse bajo una misma intención “Band Aid”. Hagamos lo mismo que ellos, que no no solo vendieron ese disco en Navidad, completaron esa actividad con la organización de conciertos  en otras épocas del año.

Y aunque nosotros no nos dediquemos a cantar, abracemos al mundo (como decía la letra de su canción) y yo, bajo mi humilde punto de vista  propongo una intención para este año nuevo 2015. que no es otra que, entre todos “desestacionalizar la solidaridad”.