SOLOS EN CASA, artículo publicado en Diario de Pontevedra el día 26 de abril de 2015
Recuerdo perfectamente cuando comenzaba mis estudios de 5º de carrera de la Licenciatura de Ciencias Políticas y Sociología y, oteando el primer día el programa me encontré con una asignatura de título Filosofía Política.
Apareció en la lista de lecturas obligatoria, una muy interesante que aún hoy disfruto de vez en cuando. Su título, Desde la Perplejidad, su autor Javier Muguerza; filósofo de talla intelectual XXL que me hizo exprimir la sesera para adquirir parte del conocimiento que allí relataba.
En esa obra maestra de la filosofía, de no fácil comprensión para un alumno, exponía el siguiente precepto,“la filosofía parte del supuesto que su función es la guarda o vigilancia de la racionalidad. Pero son plurales los usos de la razón: razón lógica, razón analítica, razón instrumental y, la que aquí nos importa, la razón dialógica o comunicativa. ¿Puede llevarse a cabo la reconstrucción del proceso que ha conducido hasta esta última?”,.
Yo lo comparto, sobre todo en el capítulo reservado a la teoría que concibe “La Sociedad como Comunidad de Comunicación”, revelada por el hasta hoy, uno de mis filósofos de cabecera que tuve el honor de conocer, Jurgën Habermas. Me enamoró la tesis y, además fue el tema a desarrollar en el último examen de mi carrera, ¡inolvidable!, lo llevaba como un mantra y el resultado fue de casi 10.
Tras haber estudiado Sociología de la Familia y combinarla con el postulado de Habermas, tras haber tenido y seguir teniendo la suerte de vivir 45 años de llena, completa y no pocas veces complicada existencia, disfrutándola en el seno de una familia que me ha educado en valores y de la cual estoy más que orgullosa y agradecida; tras haber trabajado en distintas ocupaciones y países; pues aún así me sigue costando asimilar lo que está ocurriendo en muchos de ellos en general y en mi querida España en particular.
Por ejemplo, ¿en qué cabeza cabe que un chico asesine a un adulto y esté en un centro de menores o en un centro especializado y un padre o madre propine un cachete a un niño y se vaya a la cárcel?.
Veamos, bien es cierto que el mundo evoluciona a velocidades de vértigo, pero la familia sigue siendo, porque así lo ha sido desde los principios del homo sapiens, la célula base sobre la cual se erige la sociedad; y la potestas es de los progenitores, a su vez, tutores naturales y legales de sus vástagos menores de edad .
Hasta ahí todo perfecto pero, ¿ nos estamos cargando entre todos a la familia como tal y el ejercicio de la potestas a quienes les corresponda ?, utilicemos de nuevo la razón, la lógica y la comunicación porque, esto es más que serio.
Lo siento, pero no puedo aceptar la postura que lleva a gala parte de la sociedad en donde se admite que los menores hagan lo que les da la gana, estaré anticuada, aunque no lo creo.
Estamos estos días conmovidos por un adolescente que comete una atrocidad. El joven de 13 años, dejó dos personas heridas, una mujer y una compañera y ésto, antes de asesinar a un profesor con un machete. En su mochila llevaba a mayores, un cóctel Molotov y una ballesta. Yo me pregunto, ¿qué nos está pasando?.
Tras haber recopilado toda la información sobre este caso, se me pusieron los pelos como escarpias al enterarme que en la habitación del angelito, habían encontrado todo un arsenal de armas por el estilo, que era adicto a juegos on line violentos y que oía voces que le empujaban a matar. El ínclito es hijo de una profesora y un médico, progenitores con formación específica para, al menos detectar lo que pasaba. Vuelvo a hacerme más preguntas, ¿el chaval vivía solo?, porque entonces díganme ustedes dónde estaban esa madre y ese padre o si eran conocedores de la situación, ¿cómo consienten ese compendio armamentístico en casa?.
Por si esto fuese poco, estos días he visto entrevistas a distintas personas en la calle cuando se les preguntaba si había que respetar la privacidad del menor en las casas y dejar sin control su acceso al ordenador o la televisión. La respuesta de no pocos padres y madres es desconcertante para mí, ya que decían que sí, que hay que preservar esa intimidad. Increíble. Señoras mamás y señores papás que ejercéis esa práctica.
Desde el punto de vista de la sociología y la Psicología social, deciros que lo estáis haciendo muy mal, que la solución educativa no es hacer de esa premisa un estilo. La familia es la base de todo y la potestas combinada con comunicación es la solución y la práctica más aconsejada.
Sé que es duro llegar a casa después del trabajo y emprender el más complicado de todos, educar.
En mi caso concreto como en el de muchas familias que conozco, nuestros padres trabajaban los dos, y a mí me venían a buscar al cole, hacían los deberes conmigo, me daban cuando lo merecía (muy pocas para las que me debía merecer porque yo era muy trasto) una bofetada o un cachete y no me maltrataron con ello. Recuerdo con especial cariño cuando me llevaban a la cama cantando con mis hermanos y después nos contaban un cuento. Se comunicaban de la mejor manea que sabían. Y aquí estoy, exactamente igual que la inmensa mayoría de mis amigas y amigos sin traumas ni maltratos, (eso no quiere decir que no existieran casos terribles de violencia infantil, y alguno conocí, pero eso es otro tema).
El martes tuve la suerte de conocer al primer Defensor del Menor, Javier Urra y hace un par de años, al juez granadino de menores, Emilio Calatayud. Con ambos mantuve una buena e ilustrada conversación. Los dos comparten la misma teoría que yo rubrico absolutamente;vivimos en un mundo de grandes crisis en donde la mayor y más importante no es la económica, es la de la educación en valores.
Mamás y papás, comunicaros con vuestros hijos. A veces el entorno social no ayuda, pero ser padres, además del mayor regalo, es la mayor de las responsabilidades y hay que ejercerla dentro de la familia como núcleo de la sociedad, en donde se moldea día a día al ciudadano del mañana.
Potestas,cariño,comprensión y diálogo. No los dejéis solos en casa.
Comentarios
Publicar un comentario