GAIA Y URANO, artículo publicado en Diario de Pontevedra el día 7 de febrero de 2015

Cuenta el mito que al comienzo era el caos y que de este nació Gaia, la Tierra Madre. De ella nace Urano que, siendo su hijo primigenio también se convierte en su pareja. ¿Se puede hacer un símil entre Grecia y su Gobierno?, veamos.

El 1 de enero de 1981 el presidente Constantino Caramanlis, y el primer ministro, Georgios Rallis, se felicitaron en sus mensajes de año nuevo dirigidos al país por la entrada de Grecia en la Comunidad Económica Europea (CEE). Ya entonces ambos, advertían a los 9,5 millones de ciudadanos griegos, que la adhesión exigiría sacrificios dolorosos y un cambio de mentalidad. 

No obstante el acontecimiento había sido acogido de forma favorable por los grandes diarios atenienses y la prensa helena en general, donde hacía especial hincapié en la importancia que el tema europeo adquiriría cara la celebración de los próximos comicios generales en Hellàs. aunque desde el principio, la cuestión europea ya dejaba patente una fractura entre sus ciudadanos y,mientras los periódicos más conservadores abogaban por una Grecia dentro de la CEE, publicaciones de izquierda como el diario del partido comunista Rizospastis ponían en tela de juicio esa decisión. Al mismo tiempo, los estudios de opinión reflejaban esa discordancia a través de los datos estadísticos en donde el 38% de los griegos se declaraba partidario del ingreso de su país, y el 21 % se manifiestaba opuesto.

En el desarrollo del mito, Gaia era poseída una y otra vez apasionadamente por Urano y de esas sucesivas uniones de ambos dioses, nacieron sus hijos Cibeles, Temis, Océano, Japeto y Saturno, una similitud de posesión de la Grecia real con cada uno de los gobiernos que le tocó vivir, en donde y desde un primer contacto con Europa, las consecuencias pintaban bien y así comenzaron las múltiples inversiones en empresas industriales e infraestructuras, así como los fondos de la Unión Europea y los ingresos crecientes del turismo, el transporte y el sector servicios, elevaron los niveles de vida del país a una altura sin precedentes.

Pero la obsesiva unión de Gaia y Urano no solo trajo buenas consecuencias, de ella nacieron  criaturas temibles como los Titanes y los Cíclopes… y así inaugurando el tercer milenio les llegó la crisis y,  desde la Presidencia y desde los “des-Gobiernos” de la República Helena se ocultaba al pueblo la verdadera situación de su país, de la misma manera que Urano ocultó a sus hijos bajo tierra porque no estaba conforme con lo que había creado.

Así transcurre una década en la que no levantan cabeza y, en 2010 la economía griega vuelve a ser la protagonista principal en la crisis del Euro. ¿Consecuencias?, titánicas y ciclópeas. El enorme déficit real provocó recortes sin precedentes en el sector público, el PIB se reducía a velocidades vertiginosas, la prima de riesgo aumentaba en cifras desorbitadas, el paro alcanzaba cotas  imposibles de asumir,  la pobreza galopante hacía estragos en los griegos, al tiempo que tres millones de personas se quedaban sin asistencia sanitaria. Las manifestaciones y las huelgas generales se contaban en decenas…la situación era ya insostenible.

Gaia absolutamente desbastada por unos concatenados desastres políticos, con falta de liquidez del gobierno ante la necesidad de ser rescatada (hasta dos veces a día de hoy) y sumida en una crisis sin precedentes en la Historia, se encuentra en un punto de  no retorno, en una situación más que peligrosa que, nada tienes que ver, con la envidiada y venerada antigua Grecia, cuna de la civilización Occidental. Qué pena, porque hoy para Occidente  es  una realidad a la que nadie se quiere parecer.

Así, esta situación fue aprovechada por partidos populistas como Styriza y Amanecer Dorado que se transformaron en armas feroces para propinar un buen golpe al sistema gobierno de su república; como la hoz de acero que elaboró Gaia para castrar a Urano, harta de ser tantas veces poseída. De nuevo, se produce similitud con el mito, el golpe fue propinado por uno de sus hijos y los órganos viriles de Urano lanzados al Egeo, exactamente igual que las esperanzas de una buena calidad de vida y un futuro esperanzador para todos y cada uno de los griegos... de esa sangre surgieron las Furias, es decir, la envidia, la venganza y el odio. Los pueblos son reflejo de su tradición e historia y, los helenos no son una excepción y, haciendo un repaso de los acontecimientos más cercanos, parecen no poder despegarse de sus tragedias. 

No soy un oráculo ni lo pretendo, pero en mi opinión, sería una locura una Grecia fuera del Euro y, el gobierno de Stipras lo sabía desde un principio,  aunque a su éxito se basó en vender una idea utópica a un electorado furioso. Kýrie Pròedre Stipras, no de seden hacer promesas que no se pueden cumplir, y menos teniendo conocimiento de esa situación de antemano y, como bien le dijo Schäuble a Varufakis este jueves en Berlín, “no se pueden hacer promesas con el dinero de terceros…”.

Para recuperar la credibilidad, la estabilidad y el crecimiento en Grecia, Styriza y Stipras y tendrán que hacer todo lo contrario de lo que prometieron. A ver qué opinan sus votantes y su socio de gobierno..., el cual ya ha manifestado, dicho sea de paso de forma muy responsable, su permanencia en la OTAN cuando era de los que abogaban un tiánico antieuropeismo… 

Permaneceremos expectantes y veremos si el mito se vuelve a repetir y si de nuevo Gaia será víctima de Urano.