EL LISTO DE LA LISTA, artículo publicado en Diario de Pontevedra el 15 de febrero de 2015

Quizá me estoy volviendo muy desconfiada ante los buenismos que últimamente predican algunos y, honestamente, espero que al finalizar la lectura de este artículo de opinión, los lectores tengan la información necesaria para poder hacer lo mismo.

Hervè Falciani, ¿pretende que me crea que usted no sabía nada de lo que se iba a encontrar en las tripas del HSBC?, ¿pretende que le visualice cuál Robin Hood?, pues la verdad, le veo más en el papel de Odiseo diseñando la construcción del Caballo de Troya que en el papel de Sir Locksley dentro del bosque de Sherwood. Mis argumentos, contrastados , los expongo a continuación.




En el año 2001, un ingeniero de sistemas italo-francés de 34 años, Hervè Falciani, comienza a trabajar en una importante firma financiera británica en Suiza (aunque fundada en Hong Kong en 1865), el HSBC (al cual  le estamos haciendo todos una campaña publicitaria gratis), cuyo cometido no era otro que, el de reorganizar la base de datos de la entidad para reforzar su seguridad.



 Pero en el año 2008, saltan las alarmas cuando una línea de un correo electrónico lo resume todo, "Evasión fiscal: disponible lista de clientes". Era este, el asunto de un correo electrónico de Rubén Al-Chadick, es decir, Hervé Falciani, que  escondía su identidad, detrás de este nick árabe y, así se iniciaba el primer contacto directo que el informático tomaba con las autoridades de varios países europeos para facilitarles la información bancaria de miles de clientes (no todos delincuentes, dicho sea de paso que eso es lo más grave). Su intención, presuntamente, no era la lucha contra el fraude, si no vender la lista.

Después de un periplo de viajes, pide asilo en Francia, donde entrega la información a la entonces  ministra de economía Christine Lagarde, hoy directora del FMI (de ahí que se la conozca también con el nombre de lista Lagarde), la cual y en base a la trascendencia e importancia de la información, la hace extensiva a sus colegas de diferentes países.  Tras este hecho salta la alarma en el país helvético y, es entonces, cuando las autoridades suizas toman cartas en el asunto y dictan una orden de detención internacional. Falciani es detenido en Barcelona en 2012.


Tras una corta estancia en la prisión de Valdemoro y, teniendo en cuenta la colaboración contra el fraude fiscal ante las autoridades francesas y españolas y, con el añadido que en España no existe el secreto financiero como figura legal, la Audiencia Nacional le deja en libertad.

Comienza así un periplo mediático del Sr.Falciani basado en la concesión de entrevistas a distintos medios de comunicación, españoles (la Sexta, ¿casualidad?), y franceses entre otros, con el propósito de lavar su imagen y presentarse ante el mundo como un salvador del orbis terrarum.


Bien es cierto que, en 2010, una copia de esa famosa lista había llegado a manos de la ex ministra socialista Elena Salgado, lo que hizo posible una recuperación de 260 millones de euros por la Hacienda española pero, recogiendo declaraciones del ministro popular Montoro hechas esta semana, la ya antigua lista Falciani , hoy sólo representa un aperitivo del menú que contienen los ordenadores de la Agencia Tributaria, la cual con el trabajo desarrollado desde la misma, cerró 2014 con una recaudación contra el fraude fiscal de 12.300 millones de euros, "la mayor de la historia", representando un incremento del 12% respecto de 2013. 

Pues, ¡felicitaciones ministro! y que esto siga así, porque es duro que los que pagan más impuestos son los que reciben nóminas públicas, los que emprenden y los que menos tienen. Esos que más tienen, ¡que paguen! y, que se investigue si una empresa es empresa o es una sola persona la que se esconde detrás para pagar el 25% en vez del 52% cuando reciben emolumentos astronómicos como el Sr.Monedero, o pagan en negro a sus trabajadores, como el Sr.Iglesias, ambos, prebostes de un partido que, como vemos defiende unas cosas y ejemplifica otras. El funcionamiento del Estado, el mantenimiento de los servicios públicos y del bienestar de los ciudadanos, tiene que ser cosa de todos, pero de forma proporcional, siga así, y mi más sincera enhorabuena por su trabajo y, que el barco llegue a buen puerto como parece ser que está llegando.

Y dicho esto, a favor de los datos extraídos, presuntamente, de forma no legal por Falciani …, sigue habiendo algo que a mí no me cuadra.

Después de sus fechorías, Falciani se mete en política en 2014 y no cosecha ningún resultado en las elecciones europeas a través del partido X (una red ciudadana para acabar con la corrupción y conseguir democracia), y yo me pregunto…, ¿ cuál era su propósito desde el principio?.

Así, el día 8 de febrero, es decir, el domingo pasado, el famoso diario francés Le Monde (país que dio asilo a Falciani),  filtra nombres de los titulares de las cuentas del HSBC, volviendo a poner en el candelero mediático al ínclito y, el día 10 de febrero los medios españoles hacen eco de la colaboración de Falciani con PODEMOS, pero el día anterior la noticia, ya había sido publicada a través de un twitter , a las 10:47 pm. con foto de vídeo conferencia entre Iglesias y Falciani en el perfil de el niño Errejón.


Debo ver muchas películas de investigación o debo leer demasiados libros de teorías conspiratorias…. Aquí tienen ustedes, queridos lectores, estos datos, saquen sus propias conclusiones, yo tengo la mía.

Identifico a Hervè Falciani con Odiseo no con Sir Locksley, su historia me recuerda más al caballo de Troya que al justiciero Robin Hood. No sé cómo acabará esto, lo bueno es que tenemos identificados a los malos, aunque no me fío de las intenciones del listo que elaboró esa lista.







Comentarios

Entradas populares de este blog

"EL PROTOCOLO DEL VESTIR EN LAS PROCESIONES DE SEMANA SANTA", artículo publicado en la revista de la Cofradía del Nazareno y Santo Sepulcro de Sanxenxo abril 2019

MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES, artículo publicado en Diario de Pontevedra el 30 de octubre de 2016

EL DISCURSO DEL REY, artículo publicado en Diario de Pontevedra el día 28 de diciembre de 2014