VACACIONES EN ROMA, artículo publicado en Diario de Pontevedra el día 12 de abril de 2015
Me encanta el cine y adoro a Audrey Hepburn. De entre sus maravillosas interpretaciones en las muchísimas películas que protagonizó, no olvido Vacaciones en Roma y la verdad sea dicha, cuando esta semana yo leía que habían cazado in fraganti a Cristina de Borbón y su marido Iñaki Urdangarín, (con el consiguiente cabreo de ambos), me vino a la mente la trama del guión de la inolvidable Holly Goligthly de Desayuno con Diamantes, pero que en este film situado en la Ciudad Eterna, relataba la historia de la princesa Anna, princesa de un país no identificado que pasa una noche y un día en Roma de incógnito después de escapar a la supervisión del personal de protocolo, pero que también fue descubierta.
No es que tenga que ver mucho la historia pero sí, que las dos son princesas, (aunque en España las hijas de Rey no herederas al Trono ostenten el título de Infanta, no dejan de ser en realidad princesas), que las dos viajaron a Italia con la intención de no ser descubiertas pero, que al final las identificaron a ambas.
Estimada Doña Cristina, Noós tienes anonadados y muy pero que muy enfadados a la inmensa mayoría de los españolitos de a pié que, en una circunstancia igual que la tuya y la de tu conyuge (lo que aun es más sangrante), estaríamos con nuestras cuentas bancarias y bienes embargados y seguramente, no gozando de la libertad de circulación que tú y tu avispado marido lleváis a gala.
A mí no me dan las cuentas cuando me pongo manos a la obra y, calculadora en mano, con el sueldo que se supone que tú tienes y que es el único que entra en casa, así lo manifestáis además de vuestra insolvencia, mantienes a tu familia con un nivel de vida imposible de alcanzar aun con los mejores sueldos de este país.
Vivir en Ginebra, en un palacete, colegios privados y de los mejores para tu numerosa prole, mantener casa, servicio y al arruinado padre de tus hijos, (ya que la seguridad la seguimos pagando todos los españoles) no es para nada barato.
Por si todo esto fuese poco y, a la espera de que se fije fecha para que comience el juicio por el caso Noos, que recordemos, os sentará a ambos en el banquillo de los acusados, como quien no quiere la cosa encima te sobra dinero para disfrutar de unos días de vacaciones de Semana Santa para recorrer la Toscana y disfrutar de la gastronomía y el paisaje de esta bella región italiana, que tampoco es de las más económicas.
Está visto que si ha llegado un gallego a la luna procedente de Ferrol, hasta en el rincón más remoto del mundo uno siempre puede encontrarse con un viajero español, pero fíjense señores y señoras que no debemos saber hacer las cuentas con nuestro dinero, quiénes eran estos 6 turistas, la insolvente familia Urdangarín y Borbón.
Hospedados en un hotel de a 600€ la habitación y comidas como la que disfrutaban la noche en que la Infanta Doña Cristina e Iñaki Urdangarín salieron a cenar con sus vástagos a un restaurante de Castellina in Chianti, una localidad de la provincia de Siena, en un establecimiento de cocina tradicional italiana en donde, además de la carta, hay menús económicos de 55 a 68 uros y del vino de la región, el más asequible desde 20 euros la botella.
La mujer del César además de serlo tiene que parecerlo y, en si situación procesal, la hermana del Rey de todos los españoles aun debería de predicar más con el ejemplo.
No me extraña la comentada precaución de los escoltas, que les acompañaban en la cena, en su empeño en impedir que alguien pudiera retratarles con su móvil y evitar así, una fotografía de los Urdangarín en este bello rincón toscano. Por otra parte de de añadir que, según he contrastado, los turistas españoles no tenían intención alguna de hacer.
Vamos a ver, Doña Cristina, si eludir su aparición en la prensa se ha convertido en una de sus obsesiones, tal y como han demostrado en los últimos tiempos y si lo que ansía es pasar inadvertida, no es lógico participar en el numerito montado por su equipo de seguridad (palabras de los españoles presentes en el restaurante), cada vez que uno de ustedes se levantaban de la mesa, actitud por la que llegaron a sentirse bastante incómodos el resto de los comensales.
En una situación como en la que usted y su marido se encuentran, en la cual a su persona la están disculpando e intentando exculpar, debido a su condición privilegiada, deberían, bajo mi sencilla opinión, ser mucho más cautos, discretos y humildes.
Dicho lo cual, espero que algún día nos dé la receta mágica para que el resto de los mortales sin los supuestos problemas económicos que usted y su señor marido se supone que tienen, no le han impedido el disfrute de unas vacaciones de lujo en donde no han escatimado en gastos.; y eso que esta semana, para ser más exactos, el día 8 de abril expiraba el plazo para que usted depositase los 2,7 millones de euros que le exigió el juez Castro como fianza por responsabilidad pecuniaria como “cooperadora necesaria de dos delitos contra la Hacienda Pública” en el caso Nóos y el señor Urdangarin, por su parte, 13,6 millones. Cuestión que aun no ha quedado zanjada, ya que no han ingresado el total de la fianza, ¡ hagan el favor de cumplir con sus obligaciones porque esto es ya un escándalo!.
Si todos los españoles somos iguales ante la ley como predica el artículo 14 de nuestra Carta Magna de 1978,créame señora duquesa que usted está incluida en el lote, porque aunque siendo hija y hermana de Rey usted no figura en absoluto, en ninguna parte del texto dentro del capítulo exclusivo que la Constitución le dedica a la Corona.
En momentos delicados como los que estamos viviendo actualmente; si bien es cierto que hay que reconocer los progresos hacia la recuperación económica se están produciendo en nuestro país representados por el hito histórico de financiarnos a intereses negativos, la internacionalización de muchas empresas, la importante bajada del paro, la creciente afiliación a la Seguridad Social y el acrecentamiento del consumo de los españoles reflejado, por ejemplo en el aumento del turismo nacional esta Semana Santa (aunque me da el pálpito que no en viajes como el suyo), estimada Infanta, sepa usted que aun se desahucian a familias que se declaran insolventes y no pueden gozar de sus privilegios ni vivir una vida como la suya, pero a lo mejor como en casi todo lo demás, no tiene conocimiento o no quiere enterarse de nada, que no es que no se entere. ¡Qué vergüenza!
Haga uso de su regia condición, practique austeridad y seriedad desde esa posición privilegiada en el amplio sentido de la palabra de la que goza aun estando en una situación judicial muy complicada, y por favor, no enmarañe más las cosas y haga alarde de discreción, obediencia, disciplina, acatamiento y sobre todo respeto.
Debido a la gravedad de los acontecimientos que rodean su vida, le aconsejo que que no vuelva a sacar los pies del tiesto. Se ahorrará muchos disgustos y desde luego, no la volverán a pillar in fraganti, como a la princesa Anna de Vacaciones en Roma.
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