MUJERES EN MODO - ING, artículo publicado en el Diario de Pontevedra, el día 16 de noviembre de 2014
La terminación “ing” (aunque nos parezcan las siglas
principales de una entidad financiera, no tiene nada que ver con
eso), en inglés significa movimiento, vamos, nuestro gerundio en
español, por ejemplo cambia el “collaborate” en
“collaborating”, es decir el colaborar en colaborando.
Pues bien, este pasado jueves, tuve el honor de participar en una
iniciativa “-ing”, de movimiento, de acción,de colaboración. Me
invitaron a formar parte del germen de Foro Femenino Pontevedra,
igual que a otras 39 compañeras más.
Algunas de ellas eran conocidas, otras eran con las que mantenía por
primera vez una conversación, pero tuve la suerte de descubrir a
unas mujeres extraordinarias con una gran trayectoria profesional,
asociativa y lo que es más importante para mí, personal; y con un
mismo objetivo a conseguir a través de la aportación y colaboración
desinteresada desde cada uno de sus campos de acción y área de
conocimiento para intentar (y desde luego estoy convencida que se
conseguirá) cambiar su mundo, que a fin de cuentas será el mundo
diario de esta maravillosa ciudad que es Pontevedra.
Un día un gran amigo mío me regaló un libro de Helen Fisher, una
destacada antropóloga estadounidense, de título “El primer
Sexo. Las capacidades innatas de las mujeres y cómo están cambiando
el mundo”, pues créanme, lo
que yo viví esa tarde y las cualidades que simplemente en un primer
contacto pude apreciar de todas y cada una de ellas ... no me cabe la
menor duda que cambiarán muchas cosas a partir de ahora, al menos la
manera de hacerse esas cosas.
Los sexos no son iguales. Durante millones de años, los hombres y
las mujeres han hecho trabajos distintos, quehaceres que exigían
habilidades diferentes. A medida que los días fueron sumando siglos
y la selección natural jugó su papel, el tiempo fue esculpiendo
sutiles diferencias en el cerebro masculino y femenino.
Entiéndanme bien, no estoy haciendo
de menos al sexo masculino, lo único que pretendo es reflejar una
realidad; hombres y mujeres salen del útero materno con algunas
tendencias e inclinaciones innatas generadas en las praderas de
África hace miles de años. Los sexos no son iguales. Cada uno tiene
unas ciertas dotes naturales y es un archivo viviente de sus
congéneres y de lo que han experimentado a lo largo de los tiempos.
Desde el principio, el hombre salía a cazar para traer el sustento a
casa, a guerrear cuando
la situación lo requería; la mujer, se quedaba en el poblado y
tenía que atender el hogar, los mayores, las cosechas y a los hijos.
Resultado de todo ello, el
hombre piensa en línea y la mujer piensa en red.
No significa ésto que hombres y mujeres pendan como marionetas de
los hilos de su ADN. Junto a la aparición de la humanidad como tal,
surgió la evolución de la corteza cerebral. Pensamos; ponderamos
una inmensa variedad de posibilidades; elegimos; aprendemos nuevas
destrezas; nos elevamos repetidamente por encima de nuestra
naturaleza heredada para tomar decisiones sobre nuestras vidas y
ahora más que nunca interactuamos entre nosotros, hombres y mujeres,
como hasta el momento la historia no había conocido.
Los hombres tienen dotes específicas como por ejemplo, la magnífica
comprensión de las relaciones espaciales, talento para resolver
problemas mecánicos complejos, una mayor resistencia y potencia
físicas, además de la capacidad para centrar la atención y la
habilidad para controlar muchas de sus emociones.
Las mujeres tienen facultades
excepcionales generadas desde el inicio de la especie humana:
habilidad verbal; capacidad para interpretar posturas, gestos,
expresiones faciales ...es decir, la comunicación no verbal;
empatía; excelente sentido del tacto, del olfato y del oído;
paciencia; capacidad para pensar y hacer varias cosas
simultáneamente; una amplia visión contextual de las cuestiones;
afición a negociar; impulso maternal;y, preferencia por cooperar,
llegar a consensos y liderar sirviéndose de equipos igualitarios. Y
aquí es a dónde quería llegar yo.
La propensión femenina a pensar de forma contextual y su intensa
curiosidad por las personas van a dar variedad y textura a la
resolución de los temas que en el seno de ese foro se planteen y,
con su habilidad para el trato con los demás, seguirán vigorizando
su vocación de servicio hacia los que más lo necesitan.
Soy optimista con el futuro de este Foro Femenino de Pontevedra,
donde se encuentra representada toda la sociedad a través de cada
una de esas mujeres; la empresa, la sanidad, la docencia, el teatro,
el arte, la poesía,la política, la solidaridad,la cooperación,las
finanzas, la Administración, el sindicato, la cultura, el ejército,
el deporte y las personas con discapacidad, que en el caso de las
mujeres, es más dura aun hoy día.
Como dejó escrito Matthew Arnold
(poeta y crítico inglés del siglo XIX que desarrolló su carrera
profesional en la inspección educativa), “si alguna vez
viera el mundo un tiempo en que, las mujeres se unan pura y
simplemente por el bien y el beneficio de la humanidad...será éste
un poder como el mundo nunca ha conocido”.
Pues ¡adelante!, mucho ánimo y a plantear y poner en funcionamiento
cosas interesantes y necesarias para los hombres y mujeres de
Pontevedra. Tenéis un buen ejemplo a seguir, os ha acompañado como
primera invitada a ese Foro una mujer brillante, Blanca García
Montenegro,una mujer extraordinaria y adelantada a su tiempo que
quiso estar con vosotras el día que empezaba todo.
Así que mucha suerte Foro Femenino Pontevedra, sois una iniciativa
pionera en la ciudad y ya sabéis, ¡activad el modo “-ing”!.
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