ME MOLAS CONSTI, artículo publicado en el Diario de Pontevedra el día 7 de diciembre de 2014
Ayer cumplía
36 años, lozana a la vez que madura y una de las más completas que
existen en el mundo.
Ella sigue
siendo la principal salvaguarda de nuestras libertades y nuestro
principal elemento de convivencia.
Gracias a
ella es posible que todos seamos iguales y nos da la estabilidad que
necesitamos para crecer y, gracias a ella también, hemos sido de
los que más hemos crecido en estos últimos años.
No, no es
una madre, aunque sí cumple ese mismo papel de ser el pilar
fundamental en una casa grande y con familia numerosa, sobre la que
gira todo y sobre la que pivota y se construye todo; y continúa
dispuesta a seguir aguantando y a demostrar que de ella, se puede
conseguir soluciones para toda la problemática material y personal
de cada uno de sus hijos, que son muchos, de “variado pelaje”,
algunos de los cuales la bombardean a diario con sobresaltos y
salidas de tono dándole los mayores disgustos. Pero ella sigue
estando ahí, de pié, expectante, segura de sí misma, dando
ejemplo, fuerte, convencida de lo que representa y de lo que aporta,
de lo que dicta y de lo que sustenta.
Ella es la
joven Constitución de 1978, 36 abriles…quién los pillara… pero
muchos ya le llaman vieja, y eso no está bien.
Como no es
viejo nadie con 36 años (excepto que renuncie a sus ideales y se
arrugue el alma…pero eso es otro tema), una Ley fundamental, una
Ley de leyes que, a juicio por lo dispuesto en la mayoría de los
tratados de Derecho Consuetudinario, Ciencia Política y Derecho
Político sigue siendo la más innovadora de todas las existentes en
los estados de nuestro entorno y, estamos en disposición de afirmar
que esta , nuestra Constitución de 1978, ni está pasada de moda ni
ha cumplido fecha de caducidad. Otra cosa es el oportunismo político
de algunos.
Cuando
alguno crece cual palmera, puede caer cual coco... y, las cosas de
prisa hacia arriba... suelen traer consigo la análoga reacción,
pero, en sentido contrario (pura física).
Cuando en
una formación política ya no existen propuestas serias que
plantear a los ciudadanos, propuestas tan básicas como darles
solución a sus problemas del día a día, como por ejemplo, que
tengan trabajo y puedan llegar a fin de mes, que sus hijos puedan
disfrutar de una vida en familia y de una buena educación, que
puedan ser atendidos en centros de salud y en hospitales, que los
mayores y los dependientes tengan una básica calidad de vida y una
asistencia garantizadas, que tengamos buenos medios de transporte,
carreteras, que nos sintamos protegidos y que podamos vivir en paz y
en libertad.
Cuando ya no existen por parte de algunos estas soluciones reales que plantear es, cuando acierto tipo de políticos lo único que tienen como objetivo es engordar su ego, y la única solución que les importa, es dar pábulo a su megalomanía y narcisismo;bien orientado hacia el despotismo en aras de los intereses de una parte de España (porque Cataluña es España y ya lo era antes de llegar el señor Más y sus secuaces), bien orientado a lanzar su carrera al estrellato (cuidado con el impacto final...señor Sánchez) como candidato a la presidencia del gobierno.
Cuando ya no existen por parte de algunos estas soluciones reales que plantear es, cuando acierto tipo de políticos lo único que tienen como objetivo es engordar su ego, y la única solución que les importa, es dar pábulo a su megalomanía y narcisismo;bien orientado hacia el despotismo en aras de los intereses de una parte de España (porque Cataluña es España y ya lo era antes de llegar el señor Más y sus secuaces), bien orientado a lanzar su carrera al estrellato (cuidado con el impacto final...señor Sánchez) como candidato a la presidencia del gobierno.
Seamos
serios y pensemos en una estabilidad para todos antes que en
“experimentos con gaseosa” y, aunque bien es cierto que en las
sociedades avanzan las leyes deben estar impregnadas del espíritu de
los tiempos y sus gentes y, que nuestra Constitución prevé dos
procedimientos para ser renovada, tal y como está el clima político
en estos momentos en España, no creo que sea el más idóneo para
tomar esta decisión.
Una decisión
que debe estar basada en un proyecto común, en la generosidad y el
consenso, en el planteamiento de propuestas concretas y un modelo
determinado con un camino trazado para saber a dónde y cómo
queremos llegar.
No se puede
arrastrar a todos a una reforma constitucional señor Sánchez sin
definir objetivos ni modelo territorial, única y exclusivamente para
satisfacer intereses internos de su partido o suyos personales.
No
confundamos oportunidad con oportunismo, yo aunque era niña en el
78, posteriormente tuve la gran suerte de estudiar a fondo la
Constitución y de conocer personalmente a todos los padres de la
criatura y cambiar impresiones con ellos y la verdad, a día de hoy,
anhelo en la generosidad y la grandeza de aquellos políticos que,
de uno u otro signo , supieron anteponer el interés general al suyo
o al de unos pocos, y en especial a aquellos políticos a quienes se
les encomendó la tarea de redactar un texto legal en el que todos
los españoles pudieran sentirse representados y pudieran sentirse
amparados.
Es cierto
que muchos de nosotros no hemos votado ese texto constitucional, es
una disculpa como otra cualquiera para pedir su reforma, y que todos
hemos oído a más de uno y de una, pero sí somos los privilegiados
y los que nos estamos aprovechando de las ventajas subyacentes del
producto de aquella ilusión colectiva, que fue materializada en
aquel proyecto común que cerraba heridas de distintas “Españas”
que se unían para comenzar un camino nuevo y en democracia.
Hay
constituciones vigentes en el mundo desde el siglo XVIII, como la de
Estados Unidos, del XIX como la de Noruega, y hay países incluso que
no la tienen escrita como el Reino Unido. Fíjense ustedes que tres
ejemplo y tomemos nota.
Démosle una
oportunidad de seguir desarrollándose como una de las Cartas Magnas
más importantes de la Historia y seamos conscientes que la solución
a cualquier problema que se pueda plantear siempre está en esta
Constitución Española de 1978 que es mía y tuya, de todas y de
todos los españoles.
Y recordando
aquella campaña publicitaria de la entonces Dirección General de la
Juventud y Promoción Sociocultural del Gobierno de España, a través
de unas pegatinas con diversas ilustraciones de Forges para dar a
conocer la Constitución que acababa de nacer, quiero cerrar este
artículo haciendo referencia a una de ellas que aun conservo y, en
la cual aparecía un bebé (dibujado con las peculiares
características de los personajes de este ilustrador) que decía “me
molas consti”, pues eso, ahí queda.
Conocer la historia para no repetirla. Menos mal que tenemos consti. Manuel de Guardo
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